Meto aqui cosas escritas sobre derechos, legitimidad, democracia y hasta deporte desde un punto de vista Darwiniano.
Empezaré diciendo que el derecho no es mas que la sanción de un equilibrio existente de fuerzas y lo intentaré demostrar. En cuanto ese equilibrio se rompe los derechos cambian. En caso de que se quiera definir el derecho de otra forma hay que recurrir a conceptos por encima de lo material. No es bueno que sea así. Pero seamos sinceros, pongámonos materialistas y veamos a donde nos lleva ésto.
Esto no implica que todo sea relativo a la fuerza. Existen mecanismos para cristalizar equilibrios de fuerza en forma de legislaciones, ideologías, religiones e instituciones que hacen perder de vista el origen, basado en la fuerza, de esos equilibrios. Lo que quiero es descubrir los equiibrios de fuerzas que han llevado a la institucionalización de esos equilibrios y como ha aparecido la institucionalización y sacralización de éstos.
Debido a esa dependencia de la sociedad, el individuo está dispuesto a defender su sociedad cuando llega el momento. También está dispuesto a castigar a los que no se esfuerzan en su defensa. Ese ímpetu depende de la inversion que este haya hecho en la sociedad: por ejemplo, numero de hijos, derechos de propiedad inmobiliaria etc cuya suerte depende de la persistencia de dicha sociedad. Evidentemente la vida propia y la integridad de uno mismo estamos dispuestos a defenderla por encima de cualquier otra cosa. Esas posiciónes claras de fuerza se reflejan en cosas como la obligación de defensa de la nacion-tribu-pais, el castigo a los traidores, la noción de respeto o el derecho a la vida. Todo ello y muchas otras cosas no cambian, son universales y son lo que se llama Derecho Natural. Pero todos ellos reflejan un equilibrio de fuerzas entre los demás individuos y el delincuente, entre los que colaboran y el que deserta etc.
Como he dicho, la fuerza es el único criterio que tiene alguna base material última para sustentar el derecho, por cierto, es un concepto Orteguiano. el uso de la fuerza, o la capacidad de organizar y movilizar fuerzas. En base a un equilibrio de fuerzas o previsión de fuerzas se crea algo que se llama Derecho. Dentro del reino animal, cuando un macho alfa echa a otro, adquiere sus derechos. Cuando una sociedad esclaviza a otra, adquiere derechos efectivos que son apuntalados por la correspondiente ideología ad-hoc que es aceptada dentro de esa sociedad, incluso por parte de los esclavos, siempre que estos perciban que rebelarse es una peor alternativa a corto o a medio plazo, en cuyo caso o bien se emancipan por la fuerza o bien el poder se adelanta y los emancipa, e incluso les concede la ciudadania para preservar el orden y no gastar recursos en represión que puede ser inutil. Eso es todo y es lo que ha conformado la Humanidad durante decenas de miles de años.
El recurso a la razón para dirimir un conflicto solo puede llegar hasta desvelar claramente los intereses afectados por dicho conflicto, pero su resolución final solo puede llevarse a cabo de dos maneras en los que la razón ya no tiene un papel: O bien en base a un sistema moral ético legal basado en el equilibrio de fuerzas previo, que tendrá en cuenta esos intereses afectados. O bien mediante el recurso a la fuerza misma, a la vista de esos mismos intereses afectados por cada parte. En ambos caso nos remitimos en primera o última instancia, a la fuerza.
El mercado , cuando existe, no es mas que un entorno en el que milagrosa y temporalmente hay un equilibrio local y temporal de fuerzas que hacen que el uso de la violencia no compense y que, de mala gana, se tenga que dar algo para recibir algo a cambio. El mercado ha sobrevivido fragmentaria y fractalmente mezclado con relaciones de suma cero, como la violencia, el expolio, el delito y la guerra. El progreso se ha producido cuando se ha limpiado temporalmente una zona de varios de esos aspectos destructores y ha florecido la creación de riqueza.
Si se quiere que ese equilibrio sea mas estable y no dependa tanto del equilibrio de fuerzas entonces se necesita una cultura con una moral y una ética y una religión que lo soporte. Si no hay eso, solo queda la fuerza. El equilibrio se "solidifica" en normas, tradiciones, leyes y creencias. Una parte de esos artefactos se instala en las conciencias, que generan principios de acción y además juzgan, castigan y premian interiormente, otra parte se materializa en unas instituciones destinadas igualmente a generar políticas, a juzgar, premiar y castigar.
Que todos los fundamentos de legitimación del derecho se deben en última instancia en la fuerza es algo fácil de deducir. Fijémonos en dos métodos tradicionales de legitimación como la herencia y la costumbre. Ambos se basan en la fuerza, teniendo en cuenta que ambas se basan en la existencia de un sistema de defensa del derecho de que se trate, que ha resistido durante una generación anterior o durante muchas generaciones, respectivamente el desafío de otros. La transmisión de los derechos entre generaciones implica la transmisión de los mecanismos de defensa de la titularidad de esos derechos, cualquiera que sea su naturaleza. Legitimidad, como veremos coincide con aceptabilidad y ésta se fundamenta en la fuerza. Incluso los valores universales son "legitimos" por razón de su fuerza bruta, como quiero hacer ver al final.
Pero veamos otros métodos de legitimación; Las urnas son tambien una derivación ritualizada de demostración de fuerza, porque indica la cantidad de seguidores de cada lado, los cuales no son más que la cantidad de efectivos a movilizar en caso necesario. Cuando los ejercitos se veían cara a cara antes de la batalla, lo primero era contar el numero de efectivos del enemigo. Dependiendo de eso, era normal la retirada de uno de los bandos. En realidad el recuento se realiza antes de declarar la guerra, luego nio siquiera la movilización y la retirada es visible. El recuento de votos pues, no es mas que un residuo del recuento de fuerzas antes de la guerra, a través de sucesivas ritualizaciones y convenciones con el fin de evitar esfuerzos y pérdidas inutiles. Es exactamente igual que el proceso que ha llevado a los ciervos a medirse la cornamenta en la distancia. La mayoría de los encuentros violentos entre animales no se ven, porque uno de los dos ha visto que el combate era inutil, pero el encuentro ha ocurrido. De la misma forma, los cambios de poder en las democracias no se producen con derramamiento de sangre, pero el encuentro de fuerzas ha ocurrido en las urnas. Las urnas solo facilitan el escrutinio de las fuerzas respectivas. Las metaforas electorales "correlación de fuerzas" "confrontación" "derrota" "victoria" no son tales metáforas.
Dicho sea de paso, el deporte es una ritualización del mismo proceso aplicado a otro aspecto de la guerra: En vez de fijarse en el numero de efectivos como las urnas, el deporte se concentra en la calidad de estos a igualdad de numero. Así como las urnas son una ritualización del combate masivo, donde solo importa el numero, el deporte es una ritualización del combate singular, aquel en el que un numero igual de elegidos, seleccionados por cada bando combaten entre si en nombre de sus respectivos grupos. El grupo vencedor se queda con el premio. En los combates ritualizados, como las urnas o el combate singular el premio suele ser limitado. En el caso del combate singular, el ganador se queda con el objeto de litigio, pero se respeta la vida y la propiedad del vencido. En el caso de las urnas, el premio suele ser un gobierno limitado, En el caso del deporte, el premio es un símbolo material y una fama.
En todos los casos, los elementos mas primitivos e inmorales de los vencedores pretenden la desritualización de la victoria, es decir, en el caso de las urnas, el premio se pretende que sea el poder albsoluto, saltándose la división de poderes. En el caso de los deportes, los holigans pretenden arrasar al contrario físicamente después de la victoria en un partido de futbol. Es la misma actitud moral aplicada a dos actividades diferentes.
Hay que decir que en la guerra primitiva y total, el vencedor mataba a los varones y esclavizaba a los niños y las mujeres y se quedaba con su territorio, cosas que eran muchas veces el objetivo principal de la guerra. A no ser que el triunfo fuera una etapa más de una serie de conquistas, en cuyo caso, si fuera necesario, para aterorizar a terceros, las mujeres y niños eran también aniquilados (incluso el ganado, los bienes incendiados, las viviendas demolidas etc). Los relatos de la Biblia, que narran estos acontecimientos, se corroboran por las guerras tribales de tiempos históricos.
Por tanto, la propia guerra en si, tal como la conocemos en Europa a lo largo de siglos, ya estaba fuertemente ritualizada. No se han cometido tales crimenes de guerra (valga el oximoron) ni siquiera por parte de los nazis y los comunistas, con todo lo que éstos se deslizaron por la pendiente de la inmoralidad y ruptura con el pasado, aunque ambos lo bordearon. El camino recorrido por la civilización ha sido inmenso, basta compararnos con las matanzas de Hutus y Tutsis, que sin remordimiento alguno se dedicaron a la tarea de aniquilarse entre si. Pero lo ocurrido en el lapso de una sola generación con nazis y comunistas muestra a las claras lo unívoco de nuestra naturaleza africana y la fragilidad de lo logrado culturalmente.
Lo ocurrido con nazis y comunistas muestra lo que puede ocurrir cuando se pierden de vista algunos concepto esenciales, aparentemente inocentes, derivados, en su mayoría, del judeo-cristanismo. Sobretodo cuando las nuevas ideas desplazan a las viejas se imponen en la sociedad. Ambos regimenes se esforzaron en edificar una nueva religión de estado y lo consiguieron... con la complacencia y dejar hacer de la gente. Para mi esta claro que el culto es algo que es instintivo y adquiere contenidos culturales, pero su funcion es siempre la misma. A saber, el reducir el coste de la vigilancia mutua a la hora de hacer cumplir las normas imperantes.
El problema es que, siempre que no vaya directamente contra los intereses del individo mismo, para ese instinto da lo mismo que las normas consistan en matar Tutsis, matar Judios, amar al projimo derribar el capitalismo o pasar a cuchillo a los infieles. En cualquier caso son normas que soportan la existencia y continuidad grupo ya que existe en función de que existen éstas, y el individuo que vive en su seno lo ve como bueno, sea el grupo reducido o amplio, fragmentado u ocupando un territorio. El culto es especialmente importante en grupos fragmentados donde la ausencia de un territorio propio hace mas importante la dependencia de instituciones no materiales, como lo es el culto. Asociado al culto está el sentido de culpa cuando no se obedecen las normas, sean estas matar Tutsis, delatar judios o socorrer al prójimo. Minimizar el sentido de culpa es el peor acto de sabotaje que se puede cometer contra un grupo.
Aceptando esto todo o en parte, uno no puede mas que sonreir ante aquellos que aceptan principios civilizados como la propiedad, la universalidad de derechos o el libre intercambio como si existieran desde siempre en la geometría del universo, esperando a que una mente inquisitiva y excepcional los descubriera. Son concepto importantísimos, con los que estoy de acuerdo, faltaría más, pero si se dejan asi, carecen de fundamento sólido en ausencia de una fundamentación sobrenatural. No estoy hablando ya de utopias modernas, cuyo minimalismo es casi un insulto a la complejidad de la vida y una muestra de como la razón es esclava de la estética y la autocomplacencia, sino a los clásicos como por ejemplo Locke.
El concepto de Locke de propiedad, por ejemplo, se basa en una concesión légítima (léase pacífica) nacida del trato entre dos partes o el esfuerzo y méritos de cada individuo o también del resultado de su producción. De ahí nace la propiedad. ¿Cómo no estar de acuerdo?. Pero Locke era un producto de la historia de Inglaterra. Su pensamiento es un producto de su cultura, ya con muchos convencionalismos de la vida civilizada tomados como hechos incontrovertibles. Leyendo entre lineas podemos trazar los conceptos Lockianos hasta el sentido primigenio de derecho como equilibrio de fuerzas:
El esfuerzo y la producción son inversiones costosas que su propietario tiene mas incentivos para defender que cualquier eventual usurpador, y los demás lo saben. El mérito es una recompensa, un reconocimeinto por el bien recibido por parte de otros. En el primer caso la propiedad es una constatación de la voluntad de defensa. En el segundo, es una alianza de fuerzas: Yo te favorezco por tus meritos, que han sido conseguido haciendo cosas que me favorecen a mi. Esa manifestación de fuerza se sanciona en unas instituciones. La Inglaterra de la Monarquia parlamentaria postrevolucionaria acabó sumando el derecho a la propiedad fundamentado en la inversión y el esfuerzo, propio de las clases comerciales, al preexistente y aristocrático principio de herencia solo después de que se verificara que aquellos eran capaces de cortarle la cabeza al Rey absolutista de Inglaterra.
A partir de ese nuevo equilibrio histórico de fuerzas, locke teorizó sobre su legitimidad para apuntalarlo, con evidente éxito. Cosa que agradecemos. Porque eso resultó en la invención de un sistema de creación de riqueza para todos. Pero en modo alguno los conceptos de Locke son básicos o evidentes para seres humanos que no hayan vivido su mismo proceso histórico. Para un bosquimano, por ejemplo, es evidente que su calabaza con agua es suya porque se ha molestado en llenarla y que sus méritos le dan ciertos derechos, Lo mismo puede reconocer de las propiedades y méritos de los demás de su tribu, pero está lejos de asignar derechos de propiedad mas allá de su propio poblado sin la preceptiva exhibición convincente de fuerza por parte de los respectivos propietarios.
Más sobre ésto
En cuanto a las éticas y morales universalistas que se edifiquen sin tener en cuenta el recurso a la coacción, no tienen ningun significado práctico, porque precisamente donde deberia ejercer su virtualidad no la ejercen, es decir en aquellos que no las aceptan y las conculcan. Para que sea practica, es necesario manchar la ética con cosas que no quedan tan bien en el papel, como la politica y el derecho, policia y ejército (publicos o privados), que rigen la coacción externa y la religión (laica o no) que rige la coacción de las conciencias. Además tiene que tener cierto apoyoen la naturaleza humana.
El hecho es que cada uno puede elegir la ética que le convenga por encima de cualquier universalismo. Por ejemplo, la de Don Corleone. "Los Corleone ante todo y sobre todo". De hecho la gente tiene mas de una. En privado, por supuesto, los nuestros están por encima de todo. Este reducto por encima de todo lo demás puede ser el familiar o puede llegar a ser un estamento, un partido politico una secta etc. De puertas para afuera, en los paises civilizados, se suele expresar una ética universalista y desprendida. El extremo de esquizofrenia ética y moral se da en el progre partidario de todo tipo de "libertades" y derechos de puertas para afuera, mientras que en lo privado, en cambio, es un trepa, un avaro, vigila a su mujer y quiere que sus hijas estén en casa a las once. Cuanto mas nos aproximamos al interés individual, las actitudes suelen ser mas uniformes, independientemente de lo que diga cada uno de puertas para afuera. Porque ahi estan en juego cosas serias que atañen a nuestra naturaleza común que tiene siempre los mismos intereses últimos. La esfera publica es terreno para la demagogia (en el sentido de halagar y alagarse) y la razón (en el sentido de jugar con informacion limitada sobre hechos, seres o bienes que en realidad a uno le importan poco).
La esfera privada es el reino del interés último y del instinto, donde se expresan sentimientos e impulsos automaticos que son independientes de nuestros pobres razonamientos y ha sido tamizados por la ciega selección natural. El mundo de lo público, es un lugar menos critico y hay mas libertad de estrategias. Para los inmorales o los cínicos lo publico es un lugar donde se extraen bienes para la primera esfera, la privada aún a costa de los demás individuos. En las sociedades prósperas donde los bienes materiales están relativamente saciados, los bienes mas codiciados son la fama y el ascendiente moral y ambos son es el objetivo de los inmorales.
Uno, entonces, se puede preguntar por qué entonces ciertas nociones universales aparentemente indefensas han triunfado hasta cierto punto. ¿Por que lo de la dignidad, la vida humana (hasta ahora), la propiedad, la igualdad de voto, la caridad (me niego a decir el palabro ese solidaridad), etc se imponen?, No se trata de su legitimidad en si. Por lo anterior, su legitimidad debería remitirse a una fundamentación anterior basada en la fuerza. No es que las eticas y morales universales sean mas legitimas independientemente de la fuerza, sino que, por el hecho de considerar el bien de mas cantidad de gente, son mas susceptibles de ser defendidas y hechas cumplir POR LA FUERZA que éticas que no son universales. La ética cristiana es mas legitima que la ética de los Corleone porque hay mas Cristianos que Corleones, y por tanto son mas fuertes. Y hay mas cristianos porque su ética tiene mas beneficiarios reales y potenciales, y cuando las cosas se pongan feas harían efectiva, esa superioridad, por la fuerza si es preciso. Simplemente.
El universalismo no es por tanto un a priori, es un resultado natural del concepto de derecho como sanción de un equilibrio de fuerzas. El universalismo no es mas que una consecuencia. Y una consecuencia convincente, incluso para el mismo Corleone. Los que hacemos propuestas que no se pueden rechazar somos los universalistas a los Corleones, no por ser universalistas, sino por nuestra fuerza bruta. Pero para que no se tenga que llegar a su uso, mejor que ciertos valores universalistas formen parte de las creencias.