via
http://www.amnation.com/vfr/archives/018772.html
Y aqui cantando "I´m KILLING in the rain", ya puestos:
Contra la nueva agenda totalitaria Spanish / Modern Latin
A Geert Wilders le han sentado otra vez en el banquillo hace dos días por hablar mal del islam. Uno tiene que contener la náusea leyendo como tratan al "ultraderechista" Wilders los medios de información europeos, cómplices de lo que él denuncia. ¿Qué decir? Lo mejor es traducir su alegato de defensa en este juicio, que debería ser recordado junto con discursos como los de Churchill durante la Segunda Guerra Mundial... o ser olvidado para siempre, junto con nuestra libertad. Dice así:
Las luces se apagan en toda Europa. En todo el continente en el que nuestra cultura floreció y donde el hombre creó la libertad, la prosperidad y la civilización. La fundación de Occidente está siendo atacado por todas partes.
En toda Europa las élites actúan como protectoras de una ideología que se ha empeñado en nuestra destrucción durante catorce siglos. Una ideología que ha surgido desde el desierto y que puede producir desiertos sólo porque no reconocen la libertad de las personas. El Mozart Islámico, el Gerard Reve Islámico [un autor holandés], el Bill Gates Islámico no existen, porque sin libertad no hay creatividad. La ideología del islam es especialmente conocida por el asesinato y la opresión, y sólo pueden producir sociedades atrasadas y pobres. Sorprendentemente, las élites no quieren escuchar ninguna crítica de esta ideología.
Mi juicio no es un incidente aislado. Sólo los tontos lo creen así. En toda Europa las élites multiculturales están librando una guerra total contra sus poblaciones. Su objetivo es continuar con la estrategia de la inmigración masiva que en última instancia se traducirá en una Europa islámica, una Europa sin libertad: Eurabia...
Ya en sus últimas obras, especialmente en su inacabado "In search of Order" y en "The ecumenic Age", Voegelin se concentra en dar una idea precisa de su teoría de la consciencia, lo cual es la base de su filosofía y de la noción de orden social y político. Para Voegelin el aspecto experiencial, es decir, la forma en que el sujeto experimenta la existencia es lo fundamental. El ser humano comparte su existencia con los demás en su sociedad y el resto del universo, junto con la presencia divina. El como percibe ese "tetragramaton" (Israel and Revelation) está en la base del orden personal y social. El hombre, especialmente, el filósofo y el religioso experimentan como Verdad una determinada relación entre la divinidad, su sociedad y el cosmos. Esa verdad es en sí imposible de transmitir si no es a través de símbolos y mitos, que son relatos resultado de la necesidad de comunicar experiencias filosóficas (noéticas) o neumáticas (espirituales o religiosas) a los demás. Esa convicción se comunica a otros. Si éstos a su vez experimentan esa sensación de Verdad, entonce esa verdad se constituye en núcleo en torno al cual se organiza un determinado órden social. Para Voegelin, por tanto, la Historia no es una sucesión de hechos externos, sino que es sobretodo la historia de lo experimentado por el Hombre como Verdad, y la historia del órden social y político no es la historia de las formas de gobierno, sino que es es la historia de cómo el ser humano de cada sociedad experimenta su existencia y su experiencia de Verdad compartida con su sociedad, el cosmos y la divinidad. La historia se compone de explicaciones del origen de las divinidades (Teogonías) del mundo (cosmogonías), y el orden social en el que vive, de descripciones de cultos colectivos, y sobretodo de escritos originales de aquellos que experimentaron por primera vez inspiraciones filosóficas, míticas o las visiones inspiradas por la divinidad y las transcribieron en forma de ideas, símbolos y mitos.
Voegelin afirma que existe una "estructura de la realidad", que se deriva de una estructura de la consciencia del ser humano; Para Voegelin esa estructura es parte de la naturaleza humana. La consciencia de participación el la existencia junto con los demás en la sociedad y el cosmos, junto con los simbolos y relatos que estructuran y dan sentido a esa existencia son una consecuencia de esa estructura de la consciencia. Para Voegelin, la tarea de la Historia política y de la Filosofía es progresar en el conocimiento de esa estructura de la realidad/consciencia que comprende no solo o principalmente la realidad externa, objeto de la ciencia moderna, sino de la realidad "iluminada desde dentro" por la consciencia, oon sus símbolos y mitos, sin lo cual toda noción de orden personal o politico o siquiera de noción de verdad pierde su sentido.
Voegelin indaga en esa historia, particularmente en las experiencias filosóficas o religiones de hombres señalados, como Platón, Aristóteles,San Pablo o San Agustín, pero también Confucio, Maní, Buda, los sacerdotes egipcios, los profetas y patriarcar del Antiguo Testamento y otras figuras reales o míticas que escribieron acerca de sus experiencias o eran, en si mismas, las experiencias de otros. De sus experiencias, Voegelin intenta extraer elementos comunes de la estructura de la consciencia. En "The Ecumenic Age", Siguiendo su metodología de estudiar preferentemente las testimonios de primera mano a través de los escritos de autores originales, Voegelin no estudia directamente a Jesuscristo por ejemplo, sino a través de las experiencias personales de los que escribieron acerca de él, sobretodo, San Pablo. A Voegelin no le interesa el dogma o los mitos, que no son mas que literalizaciones o simbolizaciones destinadas a preservar o promover el orden social como la experiencia original en si y cómo ésta desencadena la cascada de especulaciones simbólicas y míticas. La experiencia inicial es inalcanzable e indescriptible, ya que la escritura del filósofo o el profeta sujeto de la inspiración ya refleja una primera interpretación escorada de acuedo con la costumbre o los problemas de cada época que lo aleja de su fuente original. (The Ecumenic Age)
Un aspecto omnipresente en la interpretación Voegeliniana de las experiencias de Verdad es el grado de compacticidad o diferenciación de éstas. En las primeras civilizaciones los seres humanos tienen un visión compacta de la existencia: La divinidad, el cosmos y el órden politico-social forman una sola unidad, porque el relato que explica de la creación del cosmos, de la divinidad y el órden político forman un relato único. Esa forma de consciencia es el resultado de la iluminación de hombres individuales de cuyo nombre no guardamos recuerdo en su mayor parte, pero en Homero y sobretodo en Hesiodo se puede ver casi de primera mano el surgimiento de la imaginación mítica compacta que dió sentido a la civilización griega hasta que llegaron los Filósofos. En ese tipo de sociedad, las manifestaciones políticas de apoyo al lider son manifestaciones religiosas de exhaltación de los dioses. No hay separación entre Politica y Religión. En la especulación filosofico religiosa de los imperios cosmológicos , como Voegelin los llama, los dioses están en este mundo dirigiendo la sociedad y la naturaleza. el Faraón si no es el mismo un Dios, actúa por su delegación y en ello se basa su legitimidad.
En "Order and History - Israel and Revelation" se describen la estructura compacta de las religiones Egipcia y mesopotámica. En esa misma obra, posteriormente Voegelin describe la diferenciación creada por la noción de Dios transcendente en el pueblo judío, que ya estaba a punto de surgir en la especulación mítica egipcia, fruto de la incompletitud de cualquier mito de la creación, que tiene que partir forzosamente de un principio más allá de lo creado por definición. Esa tensión acaba de estallar en la iluminación Mosaica. Por si, esa noción de Dios transcendente cambia el sentido de la historia, de la legitimidad política y del cosmos. El dios transcendente de los Judios abarca no solo la propia sociedad, sino todas las naciones y todas las formas de gobierno, superando la noción de un mitología y una religión para cada ciudad o cada pueblo. La medida en la que la idea de Verdad y el órden social estan unidos la da el hecho de que la idea de un Dios transcendente hace forzoso el éxodo de Egipto (Israel and Revelation).
En "Order and History - Plato and Aristótle", Voegelin estudia las ideas de los filósofos griegos en relación a su tiempo, pero es especialmente en ·"Order and History - The Ecumenic Age", donde Voegelin vierte las ideas destiladas a travñes de su recorrido por los otros tres volúmenes de la serie Orden e Historia. Ahí es donde Voegelin describe la diferenciación noética, que surge con Platón y su meditación acerca de la naturaleza del Alma. Especialmente en los diálogos de "el Timeo". Voegelin analiza la introspección de Platón, y su dios creador, el Demiurgo que en si está limitado por la ananké (Fatalidad), que forma parte también del simbolismo mítico que Platón utiliza para transmitir su penetración noética. Platón es consciente, según Voegelin de lo inalcanzable que es el Fundamento del Ser y de la insuficiencia de los simbolos y mitos para expresar sus meditaciones. Fruto de la filosófía, los dioses mitológicos se dejan de considerar como seres de la realidad sino como especulaciones, lo cual trae como consecuencia cambios políticos en el corto plazo. A largo plazo, la influencia de la filosofia griega, ya en el temprano Cristianismo y otras religiones y después en las ideologías tendrá consecuencias incalculables.
Platón en "El Simposio" describe el estado de "Metaxy" que es un estado de la consciencia entre o "en medio" (in between) de la realidad sensible y el "Fundamento del Ser". Para Voegelin ese concepto es parte de las claves de la estructura de la consciencia. El Fundamento del Ser es aquello que se alcanza mediante la meditación profunda, ya sea mediante la inquisición filosófica (noética) o espiritual (neumática). Todo ser humano se siente atraído desde el polo de la realidad sensible hacia ese polo de lo desconocido. Según Voegelin, la meditación hacia el Fundamento del Ser lleva a esperiencias de contacto con la divinidad o en visiones que se hipostasizan de distintas maneras y con distintos grados de diferenciación, en forma de mitos y símbolos. Esos mitos y símbolos pueden consistir en relatos míticos de creación que brindan un orden, una seguridad y una sentido a la vida en la realidad sensible o bien pueden ser mas diferenciadosnoéticamente, con conceptos y símbolos cada vez mas refinados o bien diferenciados espiritualmente, si se dirigen hacia el Uno el principio o la causa última que se hipostasiza como el Dios trascendente. En las desviaciones ideológicas modernas, las simbolizaciones se traducen en principios ideológicos omniexplicativos, ordenadores de la realidad y de la historia. Voegelin no plantea esta estructura de la consciencia como una teoría a priori, sino, al contrario, lo considera el común denominador, constatable, a lo largo de las experiencias humanas en busca de sentido u "orden" en el cosmos, su sociedad y uno mismo en la Historia. Toda convicción que da un sentido a la vida individual y colectiva, parta de una comunicación exterior o de la inspiración interior, solo adquiere su caracter convincente a través de experimentar lo que Voegelin llama "participación en la Verdad". Platón creía que la verdad se aprehende por medio de un sentido interior (Noesis). Para Voegelin esa forma de aprehensión de la verdad es un hecho de la experiencia, ya que solo es fuente de orden social aquello que se se experimenta íntimamente como Verdad.
En su famosa conferencia en la York University de Toronto, de la que se conserva una colección de videos, Voegelin da una descripción sucinta, pero no exenta de dificultad, de su teoría de la consciencia. Voegelin comienza exponiendo lo que llama el complejo paradójico formado por la consciencia, la realidad y el lenguaje; La realidad tiene una doble naturaleza. Existe la realidad física y la realidad pecibida (iluminada) por la consciencia desde dentro. No existe realidad que no ha sido descrita por una consciencia a través del lenguaje, y el lenguaje para su expresión utiliza unos símbolos, comunes dentro de una sociedad con otros hombres con los que comparte la existencia. La realidad no es solo el conjunto de cosas materiales sino todo aquello que existe en la consciencia. La perversión de la modernidad en parte consiste en el el desprecio de esa gran parte de la realidad que no son fenómenos materiales. Por ejemplo, en The ecumenic ageVoegelin, una visión inspirada por la divinidad no es un proyección psicológica ni una alucinación sino que, tal como se experimenta, una "turbulencia en la realidad". Si de esa experiencia el sujeto la comunica y los demás experimentan esa comunicación como Verdad, entonces las elaboraciones símbolicas y míticas resultantes de ese evento empiezan a formar parte de un nuevo orden social. De las experiencias de verdad producidas en la consciencia, ya sean originales o comunicadas, y de sus interpretaciones y desviaciones deriva el orden y el desorden de cada época.
Segun Voegelin, Hay algo delicado en La tensión inherente al a existencia en la metaxy. El Fundamento del Ser "tira" hacia si, con su carácter desconocido e incognoscible. Esa tensión crea angustia. La existencia en el mundo supone la aceptación de esa incompletitud. Ese equilibrio inestable se agudiza en la diferenciación cristiana, que "limpia" de dioses y de explicaciones míticas el mundo terrenal, al colocar la divinidad mas allá de este mundo. La desviación del Gnosticismo consiste en rechazar esa limitación inherentemente humana y creer que la divinidad es alcanzable, bien sea rechazando el aspecto material de la existencia, como ocurre en el gnosticismo primitivo, o bien mediante el rechazo del aspecto divino de la existencia, y la posesión de un completo dominio de la realidad material a través de una ideología que invariablemente plantea una salvación inmanente, es decir, en este mundo. El ideólogo gnóstico moderno sustituye a Dios, es decir, lo desconocido, por su propia individualidad omniscente gracias a su ideología. Esa pretensión de dominio excluyente de la verdad deriva en los sistemas totalitarios y el sectarismo que provocan el desorden social que Voegelin vivió. Este es el tipo de descarrilamiento "derrailement" que Voegelin ve en la Modernidad.
En "The new Sciene of Politics", Voegelin afirma que el gnosticismo inmanentisata moderno, descrito anteriormente, es trazable a través de la historia hasta el gnosticismo espiritual primitivo. Voegelin hace retroceder el origen d ela modernidad desde la Ilustración, que no es mas que una etapa más, a la misma edad media, con Joaquin de Fiore. Éste, abandonando la escatología cristiana de San Agustín, dividió la historia, por primera vez, en tres etapas. Una etapa primitiva, la del Padre, La Edad del Hijo, despues de la venida de Jesucristo y la Edad del Espiritu Santo donde la utopía llegaría a la tierra en forma de una espiritualidad sin iglesia que supondría una nueva fase de superación del hombre en la tierra. Esa es la marca de la modernidad. Desde entonces el superombre Nietzchiano, El estado Prusiano del fin de la Historia de Hegel, el nuevo hombre de la revolución comunista, el hombre transhumano de la tecnología, de la liberación sexual, la supermujer de la liberación feminista etc son la etapa final después de las dos anteriores preparatorias en las que cada ideólogo moderno ha dividido su visión inmanentista y utópica de la Historia. Segun Voegelin, La misma división moderna del mundo en edad antigua, edad Media y Edad moderna corresponde a esa experiencia de Verdad del gnosticismo moderno.
Pero para Voegelin, es el espiritu desafiante de Lutero el que desencadena el conflicto revolucionario que daría lugar a la modernidad. Para algunas sectas protestantes como los Puritanos mas radicales, la acción revolucionaria era un deber del creyente para acelerar la segunda venida de Jesucristo a la tierra e instaurar el reino de Dios. Entre tanto, la revolución triunfante debía ser administrada por un gobierno teocrático de santos varones, los mas virtuosos. Es a través del conflicto violento entre sectas por lo que se llega a una pax política en la que se separa el gobierno de las congregaciones religiosas. Pero para Voegelin, el espíritu original de Lutero y los protestantes y su activismo es el patrón en el que se calcan desde entonces las revoluciones cada vez mas inmanentistas, mas intolerantes y mas violentas que ocurren en la historia de Occidente (The new science of Politics). Las revoluciones anglosajonas, Inglesa y Americana, la Ilustración, laRevolución Francesa, el Comunismo y el Nazismo son solo etapas más en la progresiva inmanentización de la escatología cristiana. Ësta sitúa la salvación en el más allá, mientras que las utopías modernas lo sitúan el la tierra. En el catálogo de salvaciones terrenales no solo hay que incluir las grandes ideologías sino otras formas menores como la salvación por la Ciencia, el Cientifismo, que tiene tanto predicamento en el mundo moderno que Voegelin afirma que casi cada disciplina científica plantea su propia salvación utópica: salvación por la psicología, por la sociología, por la biología etc. (The new Science of Politics) En este tipo hay que incluir otras tendencias mas modernas como la eterna juventud a través de la cirujía estética, la comida macrobiótica o cualquier moda que surge a cada instante dentro del paroxismo moderno.
El rechazo de la realidad material fundamentado en la convicción de poseer una Verdad revelada para ascender directamente a la divinidad sin pasar por un juicio según las obras terrenales está en la naturaleza del gnosticismo antiguo. Pero el voluntarismo revolucionario deseoso de transformar la realidad basado en la misma pretensión es lo que es distintivamente moderno. Voegelin, en The ecumenic Age asocia ese tipo de cosmivisión a interpretaciones "egofánicas" de experiencias espirituales o noéticas en las que el sujeto se siente protagonista, y no mero espectador o un mero indagador en la naturaleza de las cosas. Según Voegelin (The new Science of Politics) Late en el ideólogo moderno un deseo de encumbrar su propia época, su propio grupo elegido cuando no su propia personalidad en un lugar destacado de la Historia, invariablemente, en el vértice que marca la tercera época de plenitud. Voegelin analiza las indeologías de Hegel, Nietzche, Marx, Compte y hace ver sus paralelos con las cosmovisiones gnósticas de la antiguedad, sus sectas de iniciados y los grados de iluminación, su negación del estado de cosas y el afán revolucionario de rechazar la realidad y el orden social. En la elaboración cosmogónica del gnostico antiguo, el mundo es una ilusión, y la salvación hacia la divinidad se consigue pronunciando conjuros mágicos. En las elaboraciones ideológicas modernas, el orden social es una ilusión opresora que debe ser derribada por medio del activismo. Las ideologías modernas,como el gnosticismo primitivo son deformaciones de la escatología cristiana en los que la angustia y la incertidumbre provocada por un dios lejano y una lejana salvación se sustituyen por una certeza absoluta y una voluntad revolucionaria en la confianza de que el cielo está a la vuelta de la esquina. Todas esas formaciones y deformaciones que constituyen experiencias de Verdad son propias de Occidente, que nace de la especulación filosófica griega y de la experiencia judeo-cristiana