Especie de transición, daría lugar mas tarde a los Canis. Se empiezan a encontrar esqueletos de macarras en niveles del pleistoceno asociados a los vertederos y los ancestrales descampados en la periferia de los poblados de los primeros homininidos urbanitas, cuando allá por los años 60, la primera gran glaciación industrial obligó a éstos marsupiales a concentrarse en nucleos de población.
Su florecimiento empero, comenzó a partir de la gran extinción del 75. Varios factores exógenos contribuyeron a su éxito evolutivo: Por una parte, la decadencia y declive de los fachas, que entonces ocupaban la escala mas alta de la cadena trófica. La ausencia de tales depredadores en el periodo posterior dejó a los macarras grandes extensiones de terreno urbanita, donde los cazadores-recolectores macarras encontraría apaños pa currar, trincar bolsos de señora etc. paralizando previamente la fauna a base del petardeo a escape libre de sus motos Bultaco Metralla. El otro factor fué la crisis energética y el paro, que empujó a otras culturas a la proletarización Macarril.
Dicha glaciación setentera conoció varias especies de macarra. La mas común, basal a todas ellas es el gitano o gitanoide o agitanao con pelo largo, fumeta, negro por el sol y el polvo de los descampados y también por su alergia al jabón. La película Perros Callejeros (1977) recoje el ambiente suburbial de aquella época. Se decía que un macarra moría si se mira a un espejo de un lavabo, pero eso nunca llegó a verificarse. Los sujetos experimentales con los que se intentó se suicidaban al conocer la prueba a la que se les debía someter. Estos macarras se desplazaban en motos Derby de tres centimetros cubicos con escape libre y seat 1430 recien robaos. Eran legendadias sus persecuciones de las vespino en las que iban las incipuientes especies de pre-pijos, entonces llamadas horteras o cursis. Los punkis llegarían después.
Por aquella época pastaban los pasotas, otro clade importante de aquella época que después de la estinción de los centrosaurios en la gran extinción del Holoceno, en el 82, confluirían con los rojos y evolucionarían hacia una especie de progres herbivoros.
Un mestizaje de los macarras venidos a mas con los horteras dió lugar a una especie animal inspirada en las peliculas de starsky y Hutch, aqui en la península representada por el macarra con sus mercedes blancos de tercera mano, Pelo ensortijado, pantalón blanco marcando paquete, y camisa ajustada y con paquete de tabaco, marca Winston embutido bien visble encima del antebrazo para que ambos paquetes no se hicieran sombra. La extremidad anterior izquierda con bronceado de taxista adaptada para el sol, y en la parte posterior un gran letrero con la palabta TURBO. Se han encontrado restos de especimenes todavia dentro de su montura en niveles del pleistoceno mesetario, probablemente achicharrados por el sol del verano. Recuerdese que en aquella época no había aire acondicionado.
En épocas de celo era muy corriente ver a individuos de esta subespecie pasar varias veces a dos centimetros de la gente en las zonas de copas. Era digno de ver la tactica de caza: la primera pasada era siempre para tomar una vision global del terreno. La segunda ya se paraba en lugares estrategios, desembragao y con el motor a toda revolución para anunciarse. La berrea había comenzado. Los coches no tenian el botón bacalao ni el boton regettón, asi que habia que quemar. Algunos especimenes subdominantes se asomaban por la ventanilla y emitian rugidos guturales a la vista de la presa. Los eructos, menos potentes, eran para la intimidad. A veces, si el vino peleon o la incipiente cerveza habia surtido su efecto, se oían horrisonos coros guturales que espantarían al mismo Lovecraft. En la variedad norteña, lo mas oido era "si te ha pillao la barca jodete" y otros cantos autóctonos sección borrachera.
La música de esa subespecie consistia en el primer Heavy setentero: Smog onde waaater CHAN CHAN CHAN etc. Los individuos mas horterizados y motorizados con coches-picadero como herramienta de trabajo atesoraban casetes de Camilo Sexto y Pablo Abraira. Fué una época confusa y de transición. Piensese que por aquel entonces la fauna no estaba tan diversificada y especializada como lo está hoy debido precisamente a las gran extinción que les precedió. La versatilidad era un requisito para la superviviencia.
Por lo demás, La caza de tias, pandillas rivales y la recolección (afanamiento, entonces llamado limpieza) de propiedades ajenas, junto con asegurarse de que nada fumable que entrase por Ceuta o Melilla atravesase los pirineos que no fuera humo, eran el nucleo de la actividad de lo que propiamente se conocía y se conoce propiamente como Macarra. Entre los deportes destacaba la esgrima con navajas de 10 dedos, y la formula I indoor urbana con coches robados. El desmonte cronometrado de casettes de coches fué también un deporte importante en el macarreo tardio.
Se conservan pocos documentos escritos de esa cultura. AL ser una cultura telefónil, pre-internet y post cartil, no han dejado testimonio audiovisual ni escrito. Por otra parte es dudoso que, dada su capacidad craneal hubieran sido capaces. Si merece destacarse que compartían algo del acerbo pasota, sobretodo bisílabos: porro, buga, paso, costo, pasta, gu-ay, externocleidomastoideo, que después se generalizó a otras capas sociales.
Aplicando retrospectivamente la ley de Moore al tamaño de los telefonos móviles, se deduce que, en los años 70 un móvil debia tener el tamaño de una habitación y pesar como un coche, por lo que no era fácilmente transportable. De lo cual se deduce que o bien los habitantes de aquella época eran increiblemente forzudos o que se comunicaban a voz en grito. Los bloques de pisos se cree que contribuian a la comunicacion con sus ecos y probablemente por esa causa todo el mundo estaba asomado a la ventana pegando voces.
En cuanto a música, estaban los Chichos, los chunghitos y en general la rumba flamenca. Aunque el heavy metal del rumbeo de la época era Tony el Gitano, que sonaba como si James Brown se hubiera empujao un litro de cazalla y hubiera cambiado su orquesta por la de Carlos Santana. Mas tárde, en los 80s, la nueva Ola cantaría a esa época: "Soy un Macarra, soy un Hortera, voy a toda hostia por la carretera" (The outlaws, quicir, Los Ilegales).
El macarreo conocíó una nueva radiación adaptativa a partir del 82 con la extinción de los centrosaurios. La llegada de los sociatas creó un ecosistema ideal para el florecimiento del Macarran way of life. Se extiende la la heroina. A falta de algo mas duro, como Internet o los reality show, sirvió como medio de evasión y favoreció un floreciente sistema de bombeo de pastsa de los monederos de las pensionistas a los bolsillos de los patriarcas gitanos. Los macarras florecieron en ese mercado de intermediación.
Un capitulo aparte en el macarreo tardío ochentero que merece la pena mencionar es el robo de Casettes de coche (autentico deporte nacional por aquella época). Tal era la demanda en el mercado negro de las victimas a las que habian robado casette que los macarras debían robar mas y mas con métodos cada vez mas industriales: Nada de manitas. Piedrazo en el cristal y tirón a lo bestia. Los economistas no se explican todavía a que se debió esa burbuja de especulativa del mercado de casettes robados. Se sospecha algun tipo de realimentación positiva, Se sospecha que la actividad creaba su propia demanda además de estimular el mercado de talleres de todo tipo. Politicos entrevistaron a Patriarcas macarras para estudiar ese modelo de creación de actividad económica de la nada y repartirselo a medias.
Lo demás ya es sabido: Con la llegada de Internet y los servicios, la desafección por la mecanica y la industria desmovilizó a las masas proletarias. Solo cabe decir con el Poeta: Estos Fabio, Hay dolor!, campos que ahora son urbanizaciones de ricos contemplaron en tiempos las andanzas del vaquilla.