Se me permita el desahogo: yo no sigo el futbol pero el fenómeno Mouriño me parece increíble, porque es una muestra de lo que pasa en España en casi todo, no solo en el futbol.
En todos los países hay cortes. En España desde el 11M, la corte está en Barcelona.¿ la prueba?: Todos los clowns de la tele salen de ahí, para decidir de quien hay que reírse y de quien no. En otros países si no eres de la corte, te dejan vivir en paz. Aquí no. Tienes que hacer genuflexiones periódicas si quieres que te dejen en paz. Y hacer genuflexiones significa pastelear, hablar en favor de esta o aquella causa progre y en general, hacer el gilipollas. O si no, pagar la protección.
Y es que da igual, aunque hagas genuflexiones, te dejarán vivir, pero si no eres de allí o progre hasta la nausea, serás un tipo de segunda que no cuenta. En todos los aspectos. Por mucho que valgas.
Y los ingenuos que se creen que yéndose Mouriño se acabó el problema, estáis listos. Mientras exista Madrid en el mapa no pararán. Los que no queremos ser como Rajoy somos de Mouriño no por el futbol ni por Mouriño, sino porque es un símbolo de lo que en un momento u otro nos han hecho a todos nosotros por no dejárnoslo hacer con un cerdo, como dice Juanma Rodríguez.
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