Que jeta tiene el individuo ese. Nada es culpa de la Universidad, todo es culpa del mundo exterior.
Ya que se pone en plan económico, con costes de oportunidad y oportunismos a corto plazo en los que incurrimos los del mundo exterior, voy a añadir otros en los que incurre la Universidad, que explican mejor lo que pasa:
Los Estudiantes, sufridores de la universidad, están pagando el oportunismo a corto plazo de la Universidad al volcarse en los subsidios y financiación estatal, evitando los fondos y la colaboración privada como si fueran mierda, por el miedo de que ingresos privados supongan recortes en la financiación pública, siempre mas calentíta y cómoda. Además, no hay que trabajar.
Los sufridores de las universidades están pagando la falta de competencia en el mercado de enseñanza Universitaria. con distritos únicos y asignaciones de centros y estudios al estilo soviético, con sistemas de selección centralizados. Además las instituciones que deciden donde y como se crea una nueva universidad depende de los caciques autonómicos y de los representantes de otras universidades, lo cual ya es una garantia de libertas académica y de competencia. No es ironíá, es sarcasmo.
Otro factor es la legislación educativa, que no solo ha impedido crear centros privados universitarios (y ahora lo restringe) sino que lo mas grave es que también ha impedido la creación de enseñanza profesional privada. Es decir, de calidad, porque el estado por mucho que promocione su enseñanza profesional o no, pocos profesionales de confianza va a servir al mercado como no sean profesionales de sindicato o comisarios políticos.
Por último las esperanzas que pone en la "menistra" de Ciencia, Innovación y Tecnología ya transciende lo patético y lo pelotil para adentrarse en el campo de la hidrología estomatológica. Que va a hacer la menistra? Si hiciera algo positivo, supondria, para empezar, el dar una patada al plumífero que escribe el artículo para que espabile, junto con el resto de la famiglia universitara, acostumbrada a pastar en el presupuesto. Pero eso ni lo espera él, ní lo esperamos nadie.
Pero esa degeneración estatista y oficialista de la universidad ocurre en todo el mundo. Una vez xpulsada la religión de la vida pública, las universidades han pasado a ser los servicios religiosos confesionales de los estados laicos, que se dedican a producir los valores morales y éticos consignados en los planes quinquenales estatales para la propaganda y el adoctrinamiento. Todo ello a cambio de pasta y poltronas universitarias. Esto llega hasta el punto de que hay disciplinas tan ideologizadas que es imposible siquiera el respirar sin exclamar !heil hitler!, a cada minuto, al dios de lo Politicamente Correcto.
Como consecuencia, fuera de los fastos huecos y los simposios vacíos de contenido, la verdadera discusión intelectual en esas disciplinas se produce fuera de la universidad, en medio del público; Los que tienen algo que decir escriben libros y los publican, evitando los mecanismos de control oficiales exactamente igual que un disidente perseguido se parapeta entre la gente para decir las cosas que piensa, que, de decirlo en el ámbito académico y no tener repercusión fuera, sería su crucifixión. Es la forma de mantener el puesto y decir lo que uno piensa.
Ya que se pone en plan económico, con costes de oportunidad y oportunismos a corto plazo en los que incurrimos los del mundo exterior, voy a añadir otros en los que incurre la Universidad, que explican mejor lo que pasa:
Los Estudiantes, sufridores de la universidad, están pagando el oportunismo a corto plazo de la Universidad al volcarse en los subsidios y financiación estatal, evitando los fondos y la colaboración privada como si fueran mierda, por el miedo de que ingresos privados supongan recortes en la financiación pública, siempre mas calentíta y cómoda. Además, no hay que trabajar.
Los sufridores de las universidades están pagando la falta de competencia en el mercado de enseñanza Universitaria. con distritos únicos y asignaciones de centros y estudios al estilo soviético, con sistemas de selección centralizados. Además las instituciones que deciden donde y como se crea una nueva universidad depende de los caciques autonómicos y de los representantes de otras universidades, lo cual ya es una garantia de libertas académica y de competencia. No es ironíá, es sarcasmo.
Otro factor es la legislación educativa, que no solo ha impedido crear centros privados universitarios (y ahora lo restringe) sino que lo mas grave es que también ha impedido la creación de enseñanza profesional privada. Es decir, de calidad, porque el estado por mucho que promocione su enseñanza profesional o no, pocos profesionales de confianza va a servir al mercado como no sean profesionales de sindicato o comisarios políticos.
Por último las esperanzas que pone en la "menistra" de Ciencia, Innovación y Tecnología ya transciende lo patético y lo pelotil para adentrarse en el campo de la hidrología estomatológica. Que va a hacer la menistra? Si hiciera algo positivo, supondria, para empezar, el dar una patada al plumífero que escribe el artículo para que espabile, junto con el resto de la famiglia universitara, acostumbrada a pastar en el presupuesto. Pero eso ni lo espera él, ní lo esperamos nadie.
Pero esa degeneración estatista y oficialista de la universidad ocurre en todo el mundo. Una vez xpulsada la religión de la vida pública, las universidades han pasado a ser los servicios religiosos confesionales de los estados laicos, que se dedican a producir los valores morales y éticos consignados en los planes quinquenales estatales para la propaganda y el adoctrinamiento. Todo ello a cambio de pasta y poltronas universitarias. Esto llega hasta el punto de que hay disciplinas tan ideologizadas que es imposible siquiera el respirar sin exclamar !heil hitler!, a cada minuto, al dios de lo Politicamente Correcto.
Como consecuencia, fuera de los fastos huecos y los simposios vacíos de contenido, la verdadera discusión intelectual en esas disciplinas se produce fuera de la universidad, en medio del público; Los que tienen algo que decir escriben libros y los publican, evitando los mecanismos de control oficiales exactamente igual que un disidente perseguido se parapeta entre la gente para decir las cosas que piensa, que, de decirlo en el ámbito académico y no tener repercusión fuera, sería su crucifixión. Es la forma de mantener el puesto y decir lo que uno piensa.
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