No me gusta halloween, ni me gustan esas muñecas vampirescas y anoréxicas que les gustan a las niñas ni las estomagantes series de vampiros para jóvenes, ni las peliculas pesadillescas para adultos.
No es por su estética que es ya antipedagogica, No es porque sean horteradas piji-guiris que han entrado via las clases medias-altas, sino por una cuestión ideológica. El atractivo de lo
numinoso es algo natural pero es muy peligroso. El manejo de poderes y potencias ocultas a nuestro alrededor está tanto en los cultos paganos como en los superpoderes de los héroes de Marvel, en los Pokemon y en las movelas de terror. Estamos rodeados.
Ya digo que esa fascinación por la magia es natural, pero se vuelve peligrosa cuando de marginal y cosa de pirados se convierte en general, como ahora mismo. Y ya lo absolutamente catastrófico es cuando se educa a los niños en ello. Es lamentable ver colegios de pijos donde no solo se celebra sino que se enseña el Halloween a los niños antes de que sepan siquiera quien es Jesus. Está bien que unos niños juegen a los fantasmas, como está bien que jueguen a la guerra con pistolas, arcos o flechas. Pero otra cosa es una sociedad dominada por la magia, como lo es una sociedad dominada por la guerra.
Como se sabe, hay dos tipos de magia, la blanca y la negra. Pero a mi me aburre el razonar a ese nivel. A mi me gusta tocar los conceptos con las manos y una vez dominados, hablar al nivel que se quiera. Primero, que es la magia y a que obedece? por que fascina?. Para eso necesito una explicación evolucionista que responda a la pregunta: ¿Que ventajas le aporta a un animal racional su fascinación por la magia?
Si la fascinación por la magia fuera algo inútil haría tiempo que esa fascinación evidente, como se ve en los niños, habría desaparecido de los impulsos especificos de nuestra especie. En torno a la magia y los magos, adivinos etc se han articulado pequeñas sociedades, pero no las grandes sociedades civilizadas, que se organizan en torno a una religión. Los sacerdotes no son magos. Ahi se ve la gran diferencia entre la magia y una religion. los magos tienen poderes. Los sacerdotes no. Los magos son unos intermediarios con los dioses, y los dioses si tienen poder; Pero para que exista una religión, primero están los fundadores de esa religión. En las religiones hay una división de papeles. En cambio un mago mezcla en si mismo las atribuciones de un fundador, un sacerdote, y un dios. Y ese es precisamente la clave. Esa perscripción libre y ese endiosamiento es lo que tiene atractivo. Cuando un mago, un niño, o un pirado imitando un guionista de una serie de superheroes, vampiros, o de pokemon se sacan de la manga unas frases invocando unos supuestos poderes que quieren ejercer, estan sintiendo un endiosamiento y ese endiosamiento equivale a las plumas del pavo real. Se están echando un farol y ese farol se lo pueden creer los demás. Si se lo creen los demás, el mago ya tiene poder sobre ellos, aunque no tenga poderes reales (que no los tiene ni los puede tener). En el caso de la magia negra, tiene un poder intimidador. En el caso de la magia blanca, tiene su admiración, un ascendiente moral. sobre los crédulos. Un supereroe sería un caso de magia blanca. una bruja sería un ejemplo de magia negra. En cualquier caso, el que pretende hacer de superéroe o de bruja con sus supuestos poderes está intentando ganar un poder sobre los demás. Aunque ese mal no tiene por que ser evidente ni inmediato; una adivina puede devolver la paz mental a una mujer cuando la dice que su marido no la engaña, y en eso hay grandes psicólogas que hacen bien. Pero a la larga hay un esclavización mental del cliente alrededor del mago que es negativo a la larga para la persona y beneficioso para el mago.
La razón de que existan prescriptores de supersticiones es porque existe gente que se las cree y por tanto se puede aprovechar de ellos, La razón profunda es la inevitable ignorancia acerca de la realidad con la que está condenado a vivir el ser humano. Quizá usted se está riendo de esos pobres ignorantes. Pero yo hablo de la ignorancia de todos, de usted y de mi. Si usted no cree en las brujas, los vampiros o los demonios, quizá crea en supersticiones más actuales. Quizá crea que hay que salvar el planeta porque el hombre está a punto de destruirlo con el calentamiento global. O quizá usted cree en algún lider que le enseña unas supuestas cifras económicas y le dice que con la independencia de su terruño va usted a vivir mas, va a tener menos enfermedades y va usted a ser rico. O quizá cree a otro supuesto economista, salido de la universidad que le dice que la crisis se arregla fabricando dinero de la nada. Cada época tiene sus magos, sus embaucadores y el mejor mago, el mejor embaucador es aquel que se cree sus propias elaboraciones mágicas.
Por otro lado, nada, ningún conocimiento nos puede librar de la duda última acerca de casi todo. Si a usted o a mi se nos presentan unos señores que habla convincentemente un lenguaje que usted o yo aceptamos, en esta época, tiene que ser un lenguaje científico, desde lugares imbuidos de autoridad (llamémosle universidades), y otros , desde otras instituciones similares dicen que lo que dicen los anteriores señores es cierto, podemos caer en la credulidad de una forma muy fácil. Nunca estaremos seguros. Ante la duda, si nos invocan un mal que podemos evitar o un bien que podemos obtener, mejor que les hagamos caso, que les paguemos y que se conviertan en prescriptores morales, politicos y económicos de la sociedad. Eso es la magia. Ese es el peligro de la magia, ese es la razón de que exista y esa es la razón por la cual es tan peligrosa, y ese peligro existe en cualquier época.
Pero ¿Qué tiene que ve Halloween y los vampiros con el calentamiento global?. Mucho. De hecho son dos fenómenos cuya popularidad se da simultáneamente por razones muy claras: Como decía Chesterton, el que no creen en Dios acaba creyendo en cualquier cosa. Por su propia naturaleza inexorablemente ignorante de la realidad, el ser humano necesita organizar su vida, junto con los suyos, en torno a alguna creencia, ya que nunca podrá afianzarse en un saber absolutamente seguro. Esas creencias, si han pasado con éxito el filtro selectivo de la historia en su lucha por la supervivencia y en la confrontación con otras sociedades, cristalizan en religiones organizadoras de la sociedad. La magia abre paso a la invención anárquica para fines individuales de engaño y extorsión, es decir, para parasitar a los demás con un supuesto conocimiento. Esa sociedad dominada por la magia, no tiene organización, se fragmenta y desaparecerá absorbida por otra sociedad con una religión organizada para el bien común.
La ausencia de una religión articuladora de la sociedad y el bienestar de la burbuja es la que produce esa producción
mitopoyética. La mitopoyesis es la elaboración espontánea de mitos explicativos de la realidad, que es una facultad semiconsciente de la mente. La mitopoyesis está en los fundadores de las religiones como en cada uno de nosotros. Dependiendo del talante de la persona, la mitopoyesis puede generar historias llenas de sueños de grandeza, endiosamiento típico de los mentirosos compulsivos o historias plausibles al servicio del poder personal, pero también inspira movimientos religiosos que generan sociedades articuladas y estables. En unas condiciones de auge económico, el progreso parece ilimitado y lógicamente, la mitopoyesis se orienta hacia la utopía. las grandes mitos utópicos se elaboraron en épocas de auge económico: El socialismo, nazismo, ecologismo etc. Cuando Michael Mann elaboró de forma fraudulenta la gráfica del palo de golf estaba probablemente bajo la influencia de su propia mitopoyesis. La mitopoyesis puede obedecer a unas razones evolucionistas que quiero detallar mas adelante. La brujería es un tipo de mitopoyesis centrada en el individuo.
Vivimos en una sociedad en que la magia vuelve a ritmo acelerado. No es extraño que esta sociedad se fragmente. A falta de las legiones romanas para mantener la unidad y a falta de un culto al Cesar, cada uno va detrás de su druida, que consciente o inconscientemente busca su beneficio. Halloween, las películas de vampiros para adolescentes etc introducen en los niños y jóvenes en esa tentación del embaucamiento mágico, en el endiosamiento, en la soberbia, el esoterismo y la supersticion, y en el menosprecio de la humildad, la negación de nuestra condición ignorante, el desprecio de la razón, que son nuestra herramienta para mantener el contacto con la realidad, para adquirir y comunicar un conocimiento seguro paso a paso para bien de todos. Pero quiza lo peor es que alejan del conocimiento heredado de la religión tradicional, que es esa serie de prescripciones afectivas morales y prácticas cuyas justificaciones racionales todavía no conocemos y puede que nunca conoceremos, pero que, por experiencia en contraste con la realidad histórica, organizan la sociedad para el bien común.
Lo primero que hizo esa religión tradicional, el cristianismo, desde sus orígenes judíos en el viejo testamento, es prohibir la magia. Y con buen criterio.