miércoles, 8 de abril de 2009

The antifranquist way of life

En los años 30, decía Bertrand Rusell, en un ensayo notable que merece ser leido en su totalidad:

"En India, la creencia fundamental de los jóvenes mas serios es la maldad de Inglaterra. A partir de esta premisa, como lo era para Descartes la noción de existencia, es posible deducir toda una filosofia. Desde el hecho de que Inglaterra es cristiana, se desprende que el Induismo o el Islam, según sea el caso, es la única religión verdadera. Del hecho de que Inglaterra es capitalista e industrial, se deduce, de acuerdo con el temperamento del lógico de que se trate, ya sea que todo el mundo debe hilar la rueca o que los aranceles para crear un industrialismo y capitalismos locales son las únicas armas para combatir el de los británicos. Del hecho de que los britanicos mantienen India bajo su poder por la fuerza física, se sigue que solo la fuerza moral es admirable. La persecución de las actividades nacionalistas en la India hace de por sí a éstos, unos héroes y no, por el contrario, futiles. De esta forma, los anglo-indios salvan a la juventud inteligente del cinismo.

Es decir el anticolonialismo se puede convertir en un dogma, y de este dogma, deducir toda una filosofia de vida. Lo mismo ha ocurrido a partir de los años 70 en España con el anti-franquismo tan común que se escribe todo seguido: antifranquismo, que ya es una palabra del idioma.

El hecho de que el anti-algo sea un fundamento sobre el que edificar toda una filosofía de vida es un misterio de la naturaleza humana. Quizá el único nexo de unión, cuando ha acabado un ciclo de destrucción, es el odio a lo que está a punto de morir o a lo que ya es pasado inmediato. Es un sindrome de estocolmo para adelantarse a la llegada de los nuevos líderes. Una vez asentado en el poder bajo la ideología anti- es lógico que esos líderes procuren alargar ese odio hasta el fin de los tiempos si es preciso. También hay algo de rebelión adolescente contra la generación anterior, que, vistos los réditos, los jóvenes de entonces han prolongado hasta la senectud, convirtiendola, de una etapa corta pero necesaria del desarrollo personal, en una época completa de la historia de España. En la India esa etapa ha tenido consecuencias desastrosas para su nivel de vida y ha durado hasta hoy. Más de una generación. Aqui todavia no ha concluido.

Como sus predecesores indios, los nuevos Descartes se dicen "cogito, ergo antifranquista sum" he ascendido del magma primordial e indiferenciado del franquismo, el caos reptante de la noche de los tiempos, donde la caspa devora toda inteligencia. Para el antifranquista toda disquisición sobre la naturaleza de las cosas se dilucida inmediatamente. Basta con hacerse esta pregunta: "¿Y franco? ¿Que piensa de esto?. Dependiendo de la respuesta, la cuestión está zanjada: Obviamente, si cuando franco se pensaba esto, la verdad es justo lo contrario.

Esto, que podriamos llamar Reductio ad Francorum, una versión local y omnipresente de Reductio ad Hitlerum, podría pensarse que es un sarcasmo, pero así y no de otra manera se utiliza constantemente para zanjar cualquier cuestión por parte de gente supuestamente seria, como periodistas, politicos o universitarios. Normalmente entremezclado con alguna mención a la seborrea, que le añade un plus mágico de convicción.

Contra lo que podría esperarse, esta forma de "razonar", cada vez se utiliza más, una vez la entente de la reconciliación, que de alguna forma moderaba las formas, ha volado por los aires. Los que llegaron al poder apoyados prácticamente en esta única premisa no van a hacer otra cosa sino reforzar este dogma. Es el único que les queda, una vez caido el muro de Berlin.

Ese dogma hace de recambio del dogma anterior. Aqui viene la segunda parte, que es explicar como tamaña estupidez puede calar en tantos durante tanto tiempo sin provocar diarrea mental, y eso tiene que ver con la educación católica. Para mi esto es la clave mas importante de la deriva ideológica de este pais desde la certeza poco fundada hasta la estupidez más absoluta. Yo creo que la educación católica ha pecado en ser católica, es decir en fiarse en dogmas y no solo a nivel religioso (que es lo suyo). Ha hecho depender demasiado los principios éticos y morales de esos dogmas religiosos exclusivamente y no del sentido común, o no ha sabido hacerlo lo suficiente.

Decía Letamendía que, en los años 70 y 80. los abertzales metian en un autobus a los parroquianos según salían de la iglesia, les llevaban a una conferencia y que todos se iban para casa convertidos en marxistas-leninistas. No hay nada mas fácil que hacer cambiar de un dogma a otro a alguien educado en una mentalidad dogmática, si la presión es suficiente. Del nuevo dogma, los conversos derivan todo lo demás. No hace falta darles detalles.

En el fondo son fieles a la educación recibida. Siguen siendo devotos seguidores de la autoridad y del dogma, solo que ambos han cambiado. En tiempos de cambio, esa educación no es buena. De eso creo que se han dado cuenta muchos colegios religiosos y ahora se están pasando en lo contrario, en no dar ninguna educación ni ningunos principios me temo.

Es normal que la izquieda mas furibunda está plagada de ex-catolicos devotos y que la derecha esté llena de progres vocacionales a los que la transición les pilló o bien ya colocados y con mucho que perder, o todavia demasiado enmadrados como para aventurarse. Las corrientes historicas, sobretodo las mas estupidas, son muy dificiles de vadear.

1 comentario:

  1. Exquisitamente lúcido el artículo, como casi todo lo que publica en este blog.

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