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Cuando hay una desproporción de mujeres, los hombres jóvenes son bastante más reacios a comprometerse. Asimismo, se producen más divorcios, más hijos fuera del matrimonio y el interés en los derechos de la mujer aumenta.
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El editorialista concluye que la proporción entre hombres y mujeres tiene una influencia mayor en las actitudes que la longitud de las faldas. Se sabe que en ciertas épocas históricas la liberación sexual de la mujer ha estado muy relacionada con un mercado matrimonial adverso por razones como la población. El fenómeno no es reciente. Ocurrió y ocurre donde los hombres emigran o salían a guerrear, como sucedía en Esparta o en la Baja Edad Media y el Renacimiento.
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No te olvides del rapto de las sabinas.
ResponderEliminarEl fin de semana pasada estuve con una amiga de Brasil. Siempre me ha comentado que en Brasil hay muchas mas mujeres que hombres, por lo cual el ser hombre te hace mas cotizado (creo que ya se a qué país me voy a ir a pasar el impass económico).
Por cierto, el enlace no lleva a ningun sitio, no se puede leer el artículo.
ResponderEliminarGracias por el aviso. anonimo. Ya está arreglado
ResponderEliminarHum... ¿Cómo fue la cosa en el Paraguay en los 1870, después de la Guerra de la Triple Alianza?
ResponderEliminarno lo se. ?
ResponderEliminarMW
Lo pregunto porque sabía que en esa guerra murió cosa de dos tercios o tres cuartos de la población del Pareguay, incluídos el 90% de los varones (o tal vez, que no lo tengo claro, de quienes quedaron el 90% eran mujeres, que no sería exactamente lo mismo). Lo que no sé es cómo fue después la cosa de la posición de las mujeres.
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