sábado, 11 de junio de 2011

Tenemos Zapaterismo para rato, porque Zapatero, eres tu, querido

En Libertad Digital
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Esta izquierda es la consecuencia lógica de lo que la mayoría de la gente cree ahora mismo, incluida la que se considera de derechas. Si pensamos que no somos distintos al nacer y que todo es producto de la educación; si nos empeñamos en creer (¡desde hace tres siglos!) que en la próxima década ya no habrá recursos para todos; si pensamos que es legítimo que las mayorías sacrifiquen individuos por el bien común; si pensamos que los "valores" son arbitrarios y personales y los "hechos", incontestables; si asumimos que todo esto no son prejuicios, sino verdades científicas... entonces no nos podemos oponer al aborto, a la liquidación de ancianos y a una exquisita representación paritaria en todos los ámbitos; no nos podemos oponer al feminismo y a la promoción de la homosexualidad o de cualquier medida anti-natalista.
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3 comentarios:

  1. Penosamente cierto. La corrección política ha conseguido que los despropósitos de la izquierda sean aceptados sin crítica por la mayoría, incluso aquellos que no se consideran de izquierdas.

    Hay pocos que, como Esperanza Aguirre, den la batalla ideológica y sean capaces de decir "No me resigno". Ver su discurso del 2008, un clásico:

    http://www.libertaddigital.com/nacional/discurso-integro-de-esperanza-aguirre-1276327509/

    Desde luego, el inútil de la foto de al lado no está entre ellos.

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  2. Absolutamente de acuerdo.

    El problema es cómo vencer la tentación del gobernante de ser un padre para sus hijos/súbditos, de tratar de librarles de todo mal. La mitificación del Estado como garante de la vida y la salud de las personas ha llevado a muchos a aceptar sin reflexión la existencia de una necesidad de controlar lo que el individuo puede hacer en pos de un bien común definido desde el poder.

    El problema es que enfrente no es que no haya nadie, el problema es que en frente, el liberal, sólo puede advertir del fracaso de dichas políticas, de dichas creencias, pero ir de negativo no es atractivo. O lo que es peor, enfrentar al individuo a su responsabilidad en vez de usar el recurso fácil de achacar al capitalismo, a los ricos, a los otros, al sistema de los males de este mundo, pero sobre todo de los de cada uno, y no a nosotros mismos como individuos.

    Esa es la disyuntiva en la que nos encontramos, pero sólo podemos optar por entregar al ciudadano lo que consideramos la verdad y esperar a que la realidad acabe imponiéndose. Y, afortunadamente, aunque desgraciadamente, estamos en una situación, la actual, con una crisis enorme que no sólo no ha acabado sino que es susceptible de empeorar, cuando se puede desmitificar al estado, a través del resultado de lo que hacen los políticos, la única realidad que puede existir, la dualidad estado-políticos, y el fracaso de establecer políticas y normas que constriñan la libertad individual y la generación de riqueza en pos de una “mejor forma de vida” decidida y definida por unos pocos e impuesta a Todos.

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  3. Simplemente divino escrito este de Alberto, como siempre se supera a si mismo.

    En cuanto a lo que habla al respecto del ataque a la psicología evolucionista, solmente decir que es lógico que así suceda, dado que no hay colegio profesional de psicología (nacional, autonómico o provincial), ni facultad o departamento de psicología en este país, que no esté dirigido por verdaderos creyentes en el colectivismo más fasciofeminista. Si no eres lo uno y lo otro jamás podrás conseguir dichos puestos de dirección. El principal requisito para estos personajes dirigir dichos puestos (sea en autonomías gobernadas por el psoe, nacionalistas o el pp) no es su saber científico, sino la creencia ideológica. Eso y sólo eso es lo único que les identifica.

    Pablo el herrero

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