viernes, 10 de junio de 2011

Un manifiesto conservador

Una vez destruido el fundamento divino del orden terrenal, a partir de las revoluciones protestantes, el problema para el orden social es encontrar una justificación. A partir de ahí, las teorías contractuales que intentan Locke, Hobbes, Rousseau, Maquiavelo etc son insuficientes y llevan al liberalismo esquemático, al autoritarismo o al socialismo, dejando una buena cantidad de instituciones sin cobertura ideológica, solamente bajo la protección de una religión que se debilita cada vez mas.

La ideologízación moderna consiste en la canalización de las emociones hacia la sacralización de ideas extraídas de ciencias reales o inventadas. El cientifismo es la religión de facto en occidente. El problema para el orden social es decir, para el conservadurismo entendido correctamente, es encontrar una justificación cientifista convincente para los fieles de la religión actual. Mientras eso no ocurra, el conservadurismo será vista como una mera reacción al avance de un liberalismo deshumanizado o el socialismo radical o el autoritarismo totalitario. Afortunadamente, ahora se cuenta con las herramientas adecuadas para devolver el sentido al conservadurismo.

Para mi, el liberalismo económico es un caso particular de conservatismo, si basamos el conservatismo en la imposibilidad de obtener un conocimiento completo sobre la realidad y el orden de las cosas. El conservadurismo no se basa en la idea de que no tenemos información sino en la idea de que esa falta de información es insuperable: Es el destino del ser humano. Eso se basa a su vez en las limitaciones humanas, no solo en la limitación en cuanto a lo que el ser humano puede aprender y procesar sino en sus intenciones para utilizar ese conocimiento de una manera recta y confiable para los demás. Es decir, buena parte de lo que se comunica como si fuera verdad, son mentiras.

Y si fuera reduccionista basaría todo lo anterior en la misma naturaleza del ser humano, tal como se deduce de la selección natural y la selección natural misma. En cuanto a lo primero, La hipótesis de que el ser humano es un producto de la selección natural  como todos los animales (sin descartar ni mucho menos un orden divino superior) lleva a la inextricable mezcla de bien y mal, de egoísmo deletéreo para el grupo y colaboración desinteresada, junto con todos los grados intermedios, conviviendo en la mente de todos y cada uno, de una manera similar a como ve al ser humano la religión cristiana

En cuanto a la selección natural, ésta opera a todas las escalas incluidas las sociedades humanas y aprtés de éstas, como los mercados. La selección natural es holista, es decir, tiene en cuenta infinitos factores y no tiene mesa de diseño, y por tanto, es imposible de comprender TODAS las causas que llevan a un diseño evolutivo. A escala social, el producto de la evolución son las instituciones humanas, formales e informales. Por la propia imposibilidad de conocimiento de las causas y las consecuencias, cualquier cambio racional que pretenda modificar una institución, tendrá como consecuencia desastres a corto, pero sobretodo medio y largo plazo que serán imposibles de prever. Y cuanto más básica sea la institución, mucho peores son los efectos no deseados.

Eso, aplicado a los mercados lleva a la imposibilidad, o al fracaso seguro, de la planificación central. Y llevado a la sociedad humana en general, lleva a la imposibilidad, o al fracaso seguro, de la ingeniería social. De cualquier tipo.

Así como las instituciones tradicionales son el cimiento de la sociedad, el sentido común son los cimientos del lo que es razonable. Ambos sentido común e instituciones son resultado de un proceso de selección operando sobre la mente social del ser humano y la sociedad humana respectivamente. O, alternativamente, responden a un diseño divino, o ambas cosas, como se quiera. En cualquier caso, desde hace diez mil años hasta hace un siglo, lo que era razonable tenía que ser compatible con el sentido común y con las tradiciones. Así era para los filósofos griegos. Y para el conservador es así y lo será siempre. Obviar tradiciones o sentido común es una receta para el desastre.

Por tanto, los valores no son arbitrarios. De hecho el uso de la palabra valores aplicada a convicciones es un invento moderno. No existía porque algo universal no necesita un nombre colectivo. Solo lo necesita cuando hay que discutir sobre ello. Y esos valores eran (y son) universales porque el sentido común es universal y resultante de una naturaleza humana universal. Igualmente lo son las instituciones fundamentales de la sociedad. Las leyes sociales se apoyan en leyes  de la naturaleza, que el hombre no puede hacer otra cosas que obedecer o luchar contra ella en la seguridad de fracasar. De la misma forma que existe una ley según la cual las cosas caen hacia abajo, las leyes del derecho natural se basan en óptimos sociales a largo plazo resultantes del conflicto entre intereses contrapuestos.  Los equilibrios óptimos de estos conflictos se consolidan como costumbres o normas consuetudinarias,  la optimidad de esas normas se asegura por el hecho de que los grupos humanos colaboran y compiten entre si, y los grupos con normas internas que permiten mejor capacidad para la colaboración y la competencia son los mas exitosos, el resto son absorbidos y sus normas, desechadas. Estas normas consuetudinarias se formalizan en el Derecho Natural, a través de la observación de casos parecidos y de las mejores prácticas. Cualquier intento de ingeniería social a través del derecho positivo a partir de razonamientos abstractos llevará a no óptimos y por tanto al empobrecimiento o a la desaparición de la sociedad.


Asi que el liberal conservador es un naturalista, es decir mira la sociedad como un fisico estudia la caida de las piedras, sin intentar idear la forma de que las piedras caigan hacia arriba. Por eso el conservador no se confía a la tradición por pura defensa ante lo que no conoce (1), sino por principio, ya que la tradición forma parte de lo que existe. Y si no lo comprende, está claro que la razón está de parte de lo que existe, y no de parte de su intelecto limitado. Así que intenta vivir con sus limitaciones sin hacerse ilusiones sobre utopias personales o sociales. Honra a sus antepasados, aprende su historia e intenta no repetir sus errores y seguir sus normas éticas y morales dentro de lo que cabe. Cualquier pequeña mejora de su vida y o de su conocimiento de las cosas es celebrada...


(1) Contra los que creen, incluso muchos conservadores, que el conservadurismo es simple reacción, Yo no creo que el conservador no tiene por que ser reaccionario. Izquierda y derecha son conceptos modernos. La  derecha es una reacción contra la izquierda y la izquierda es algo propio de la edad moderna. Antes de eso no se podía decir que la gente fuera reaccionaria o progresista. Simplemente veían una realidad y la aceptaban, sin que eso evitara conflictos, pero no del tipo derecha-izquierda. En ese sentido, un conservador puede ser realista, un naturalista, que acepta que lo que lo que hay es lo que es y puede tener buenas razones para pensar que eso es asi, sin considerarse a si mismo como reaccionario. Para el conservador de este tipo, la izquierda aparece entonces como una  especie de rebelión moderna contra la realidad. Y eso es lo que es exactamente.



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