Por encima de toda otra consideración o circunstancia y por debajo de todo proceso o comportamiento, lo que un organismo necesita para sobrevivir es un balance energético favorable. Esa es la suprema economía de la que se derivan, a veces por torcidos caminos, todas las demás. De cómo el cerebro llegó a convertirse en un medio indirecto para obtener ese balance positivo se especula hoy en día desde bastantes ángulos –con ese mismo cerebro...
jueves, 12 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario