Es poco relevante el discutir si, según la Convención de Ginebra, en un escenario calificado de guerra por los enemigos y teóricos amigos, haya derecho a matar inmediatamente a todo aquel que sea beligerante y no lleve uniforme. Por qué? porque el escenario de la guerra actual y de la que se prepara no es Iraq ni ningun frente de guerra definido. Y es nuestra la culpa de que el frente de guerra se haya difuminado y se encuentre dentro de Occidente.
Ya hemos oido a Bono. Y creo que Bono es representativo de mucha gente. Preferimos morir antes que matar, (siempre que el que vaya a morir no esté claro que seamos nosotros).
Ya hemos oido a Bono. Y creo que Bono es representativo de mucha gente. Preferimos morir antes que matar, (siempre que el que vaya a morir no esté claro que seamos nosotros).
Eso da la clave de lo que pasa en este Occidente que se descompone socialmente a marchas forzadas: Lo que se disfraza de dignidad y de justicia global no es mas que una epidemia de comodidad y tambien una obscena exhibición de bonhomía desatada, en una lucha despiadada, unos, por el prestigio social y, otros, por la mera supervivencia, dentro de una época donde el desafio a lo politicamente correcto supone una muerte social mas terrible que la muerte física. En el momento en que cada uno se conmueve o se ve obligado a conmoverse igualmente por la decapitación de un rehen por parte de los islamistas que por los islamistas decapitadores encarcelados, en ese mismo momento, el ejercito y todo su poder se ha vuelto irrelevante, no importa donde esté, porque la guerra se ha transladado a su retaguardia.
Contra un ejercito organizado, otro ejercito organizado basta. Pero contra un ejercito sin uniformes y sin frente, que amenaza por todas partes, que está en tu retaguardia, que ha corrompido a la clase gobernante y que mantiene bajo el Síndrome de Estocolmo a gran parte de la pobllación hasta el punto de rendirse y unirse a ellos, entonces lo unico que te quedan son las manos y lo que puedas empuñar con ellas. Alguien podría decir que, en estas circunstancias, lo mejor es empuñar El Corán, por ejemplo.
Y ahora en serio, la Yihad contemporanea (esa guerra ininterrumpida que declaró Mahoma hace 1300 años) es una vuelta de tuerca genial sobre la estrategia de la guerra fria. No en vano sus dirigentes estudiaron en universidades Europeas cuando el Marxismo-leninismo estaba en el aire que respiraban. La diferencia es que han eliminado lo que les sobraba a los comunistas: el ejercito regular. Para los comunistas, los actos terroristas y la propaganda eran una forma de abrir paso al ejercito Soviético, agazapado justo detrás del telón de acero. Eso fué un error, porque el miedo al Pacto de Varsovia alentaba a la unión y al rechazo de los comunistas.
Los islamistas no provocan ese miedo, porque la gente continúa con la creencia anticuada de que el poder de conquista reside solo en los ejércitos. Esa ilusión por un lado crea confianza en que a la larga el ejercito les respaldará, sin que, a la corta, dejen de tener miedo a los ataques terroristas. Por otro lado el dinero del petroleo acaba por engrasar lo que quede de conciencia.
Contra un ejercito organizado, otro ejercito organizado basta. Pero contra un ejercito sin uniformes y sin frente, que amenaza por todas partes, que está en tu retaguardia, que ha corrompido a la clase gobernante y que mantiene bajo el Síndrome de Estocolmo a gran parte de la pobllación hasta el punto de rendirse y unirse a ellos, entonces lo unico que te quedan son las manos y lo que puedas empuñar con ellas. Alguien podría decir que, en estas circunstancias, lo mejor es empuñar El Corán, por ejemplo.
Y ahora en serio, la Yihad contemporanea (esa guerra ininterrumpida que declaró Mahoma hace 1300 años) es una vuelta de tuerca genial sobre la estrategia de la guerra fria. No en vano sus dirigentes estudiaron en universidades Europeas cuando el Marxismo-leninismo estaba en el aire que respiraban. La diferencia es que han eliminado lo que les sobraba a los comunistas: el ejercito regular. Para los comunistas, los actos terroristas y la propaganda eran una forma de abrir paso al ejercito Soviético, agazapado justo detrás del telón de acero. Eso fué un error, porque el miedo al Pacto de Varsovia alentaba a la unión y al rechazo de los comunistas.
Los islamistas no provocan ese miedo, porque la gente continúa con la creencia anticuada de que el poder de conquista reside solo en los ejércitos. Esa ilusión por un lado crea confianza en que a la larga el ejercito les respaldará, sin que, a la corta, dejen de tener miedo a los ataques terroristas. Por otro lado el dinero del petroleo acaba por engrasar lo que quede de conciencia.
Recibidos, pues, con una mueca a modo de sonrisa mitad paternalista, mitad de terror y mitad codiciosa, el Islam se está colando entre fiesta multiculturalista y fiesta multiculturalista hata el punto de que se puede decir que ya estamos ocupados y desarmados. La batalla siguiente, si se produce, no será en el exterior sino aqui, una guerra civil a muerte, cara a cara, donde los crimenes mas horripilantes serán el pan de cada día. Como ocurrió en la guerras de religión del siglo XVII. Como ya lo hemos visto en Yugoslavia. Quizá con las tornas cambiadas.
Precisamente para evitar esto mismo, la convención de Viena obliga a llevar uniforme para ser tratado como un soldado. Porque asi asegura (o lo intenta) que la guerra no sea entre paises o pueblos o creencias, sino entre ejercitos. Es una forma reglada de combate, igual que el combate singular. Sirve para minimizar los costes en vidas humanas y en crímenes.
Visto así, el terrorismo, la propaganda y la infiltración en los que se basa la Yihad moderna, es peor que la guerra porque rompe toda regla. Es la pelea entre hordas primitivas, donde vale todo.
Frente a eso, nos planteamos lo contrario, o sea, el cojérnosla con papel de fumar. Para mi es obvio que este partido sin árbitro entre jugadores de Rugbi y jugadores de Badminton durará poco. No estamos preparando la convivencia ni estamos construyendo la paz. Simplemente estamos preparando el escenario para una gran masacre o algo peor: preparando nuestro Islam, es decir nuestro sometimiento.
Precisamente para evitar esto mismo, la convención de Viena obliga a llevar uniforme para ser tratado como un soldado. Porque asi asegura (o lo intenta) que la guerra no sea entre paises o pueblos o creencias, sino entre ejercitos. Es una forma reglada de combate, igual que el combate singular. Sirve para minimizar los costes en vidas humanas y en crímenes.
Visto así, el terrorismo, la propaganda y la infiltración en los que se basa la Yihad moderna, es peor que la guerra porque rompe toda regla. Es la pelea entre hordas primitivas, donde vale todo.
Frente a eso, nos planteamos lo contrario, o sea, el cojérnosla con papel de fumar. Para mi es obvio que este partido sin árbitro entre jugadores de Rugbi y jugadores de Badminton durará poco. No estamos preparando la convivencia ni estamos construyendo la paz. Simplemente estamos preparando el escenario para una gran masacre o algo peor: preparando nuestro Islam, es decir nuestro sometimiento.
¿Convención de Vienna? será la Convención de Ginebra.
ResponderEliminarEs lo que yo decia de otra forma en mi artículo (ya vió la reacción de los liberales domingueros)
Joer, es verdad. ahora lo corrijo.
ResponderEliminarAlfredo, lo que no me gusta son los insultos ni las descalificaciones en exceso.
y a mi menos: pero no está en exceso descalificar a los que quieren lincharme y hasta expulsarme de la RL. A esos: ajo y agua
ResponderEliminarPero si usted busca descalificaciones en exceso además de repetitivas: el blog del fanfa
Los que no son soldados de un ejército enemigo son criminales que deben ser procesados por la justicia. No cabe ninguna otra figura.
ResponderEliminarResulta muy peligroso aumentar el poder del Estado dándoles el derecho a matar sin atenerse a ninguna normal. Mirad por un momento lo corrupto que está el Estado español, la policía del 11 M, el poder judicial que persigue a Federico, el legislativo, las autonomías. ¿Os imagináis ese Estado con el poder de matar y de secuestrar a quien él considere enemigo? ¿Le damos a Zapatero el poder de establecer checas para quién él considere terroristas? Seguro que la mitad de redliberal acabaca en ellas, acusada de yihadista...
El poder de los terroristas islamicos se está exagerando a propósito, para expandir el control estatal sobre los individuos. Son capaces de organizar grandes atentados,pero nada más. No suponen una amenaza para nuestro sistema.
"Los que no son soldados de un ejército enemigo son criminales que deben ser procesados por la justicia. No cabe ninguna otra figura."
ResponderEliminarQue opines que no deba caber es una cosa, y el argumento de la pendiente resbaladiza que usas es muy válido.
Pero que cabe es algo que quda fuera de toda duda a cualquiera que haya estudiado un poco el derecho internacional público que regula los conflictos armados, incluida las Convencione de Ginebra (son varias)
No mezclemos planos.
Si bien el progreso de la humanidad se debe a nuestra capacidad de ir en contra de la entropía, no deja de ser cierto que por norma, nuestra conducta, como todo en la naturaleza, es entrópica. Así, tras lograr la civilización occidental un éxito sin paliativos que nos ha dado un próspero y prolongado tiempo de paz, nos hemos dormido en los laureles. Hemos dado la espalda a los valores que nos trajeron hasta aquí, hemos descuidado -y de qué manera- los cimientos que consolidan nuestro progreso. Y estamos en una era relativista que, de no superarse, supondrá la caída del imperio.
ResponderEliminarEl enemigo tiene claros sus valores, sus objetivos y los medios para conseguirlos. Nosotros mientras tanto los despreciamos y como mucho los pretendemos tratar como a vulgares rateros.
El estado de derecho es válido con miembros reintegrables en la sociedad. Pero, ¿qué sentido tiene liberar enemigos del sistema tras un tiempo a la sombra?. Es como si en mitad de la batalla liberaras a tus prisioneros.
No tiene mucho sentido ponernos a discutir sobre cómo enfrentarnos a nadie cuando ni siquiera tenemos claro lo que defendemos. De hecho, sin esa premisa no puede definirse ni al enemigo.
Puedo admitir que se reniegue de la raíz cristiana de nuestra civilización. Pero el lugar que ocupa tal escala de valores ha de ser sustituida por otra escala de valores claramente definida, no puede quedar vacío. Entonces no hay nada que defender ni motivo alguno para unir fuerzas.
De lograr recuperar valores y consolidar cimientos, entonces tendrá razón de ser el determinar cómo enfrentarnos a las amenazas que acechan a nuestra sociedad. Y ahí, en función de las situaciones, veremos si el estado de derecho es herramienta válida o no. Y de no serlo, pues aparte del enfrentamiento armado, hay un abanico amplio que puede comenzar con la recuperación de la figura del destierro...
Y es esa indefinición inicial la que permite que surjan políticos que reclamen apoyos y renuncias a cuotas de libertad. Pero más para consolidarse ellos en el poder que para consolidar nuestro modelo de sociedad, el cual, como hemos visto, está en estado decadente...