Algunas especies de animales exhiben conductas de apariencia compleja. ¿A quién no maravilla la intrincada construcción de los panales de las abejas?. La perfección de su elaborado diseño lleva a pensar que las abejas han llegado a dominar una habilidad compleja, pero en realidad no es así. Al principio, las celdas del panal son cilíndricas, pero las paredes de cera se van deformando porque las abejas trabajan la cera hasta conseguir crear en el interior de cada celda tanto espacio como sea posible. Como cada celda linda con otras seis, la tensión superficial de la cera y la “tensión de empaquetado” ejercida por las abejas se combinan para dar a cada cilindro una forma hexagonal. Esta forma es la que maximiza tanto el número el número de celdas que puede empaquetarse en el panal como el volumen de cada celda, consiguiéndose así la utilización más económica de la cera de las abejas. El trabajo de las abejas y las fuerzas de la física se aúnan para producir la forma hexagonal de las celdas del panal. Las abejas no necesitan saber nada de hexágonos.
jueves, 12 de junio de 2008
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