Al paso de un articulo de Albert: Malik: dejemos morir a las lenguas en peligro de extinción. Albert se pliega a la idea de que una lengua es una herramienta, como dice el autor referenciado, pero no puede evitar lamentarse por el futuro del Catalán. Al mismo tiempo plantea el ejercicio de que nos pareceria a nosotros que el castellano estuviera a punto de desaparecer por el auge del Inglés.
Se me ocurrió el siguiente comentario:
Es una pena que no se tome en serio la metodología evolucionista para explicar los sentimientos. En particular ese que comentas. Hace mas de 30 años que Robert Trivers aplicó nociones económicas a los fundamentos psicológicos, que expresan preferencias codificadas por selección natural. esa aproximación es fundamental para entender muchas cosas.
Es la lengua solo una herramienta? Algo que merece conservarse por si misma?. Si se ve la lengua como una inversión se entiende mejor todo. A partir de esa explicación el análisis es mas sencillo. Me explico: Aprender una lengua implica un esfuerzo, que se amortiza con el uso. Todos queremos que nuestras inversiones tengan los mejores frutos posibles. Es imposible que algo, que por definición forma parte del capital de uno mismo nos sea indiferente. Es absurdo. Aprender una lengua aun la materna exige un gran esfuerzo y en ninguna otra lengua va a expresar tan bien lo que uno piensa como en ella.
Por tanto que se estrechen los limites de uso de esa lengua materna es una gran perdida en terminos de inversión. El mismo mecanismo aplica para los que se han molestado en aprender CP/M, o WordPerfect o cualquiera cosa que el progreso aparta o está a punto de aparcar en la cuneta. Cada uno dira que lo que han aprendido ellos, sea lo que sea, era o es lo mejor sistema Operativo, el mejor procesador, lo mejor de lo que sea, que tiene capacidades que le hacen merecedoras de que todos los demás deberían aprender y/o apreciar. lo mismo, corregido y aumentado, ocurre con una lengua, ya que la lengua es al mismo tiempo mas costosa y mucho mas capaz de producir resultados vitales.
Es nuestro interés personal en rentabilizar la inversión, canalizado a través del autoengaño el que asigna valor a las cosas aprendidas o utilizadas o simplemente conocidas. Es una epecie de chauvinismo entendido en un sentido amplio. Pero es comprensible al fin y al cabo.
Lo cual no quiere decir otra cosa que la lengua en realidad es una herraminta, pero como toda herramienta que NOS HEMOS MOLESTADO en dominar, es valiosa por si misma, según nuestro juico. Y asi nos lo creemos y estamos dispuestos a publicitarlo. Pero en realidad es puro interés.
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