Descubierto un fósil viviente en la Universidad Complutense de Madrid

Una de las ventajas de contar con una Universidad atrasada que viven en su propia noción de tiempo, aislada de la sociedad y de la realidad misma es que se pueden encontrar fósiles vivientes, vestigios del pasado que serían imposibles de encontrar en otro sitio porque sus autores hace tiempo que hubieran quemado las pruebas, avergonzados de su propia estupidez y sectarismo. Pero no, la universidad Española vive en su propia dimensión. Generalizar es malo, pero en el caso de la Universidad, me atrevería a caer en esa maldad. La libertad de cátedra, pensada hace tiempo para fomentar la independencia y el debate libre, se ha convertido en un refugio para todo tipo de frikis en guerra constante con la realidad, que buscan un retiro pagado lejos del mundo exterior donde hace tanto frio. Que me perdonen los mendigos honrados, pero la biblioteca se ha llenado de mendigos y los mendigos se han hecho bibliotecarios.

He dicho que la izquierda ha combatido a Darwin hasta antes de ayer con mayor saña que cualquier otro sector o institución. La prueba es la falsa devoción con que literalmente se le adora ahora mismo, como si no llegaran a tiempo para apropiarse de ese nuevo signo de modernidad que ha vuelto a ser Darwin por razones que he repetido varias veces. Después de todo, cualquier teoría politica incluye forzosamente una teoría del origen y evolución del hombre y de la sociedad, y las teorías politicas de la izquierda entran en colisión directa y frontal con la teoría de la selección natural. La solución ahora mismo es sepultar los aspectos inconvenientes de Darwin en una catarata de alabanzas hacia la persona de Darwin, sus viajes, y dentro de nada habrá estudios sobre las almorranas que le salieron a Darwin a lo largo de su vida. Todo menos hablar de su teoría. Excepto quizá aspectos anecdóticos, fácilmente digestibles por el ganado humano pastoreado por los medios de comunicación. Y en todo caso, siempre que se llegue a profundidades, establecer un cortafuegos que impida aplicarla a lo humano.

Esa es la estrategia actual, porque la anterior era negar de plano a Darwin, identificarlo con lo mas reaccionario imperialista y etc etc etc etc etc etc con toda esa retorica descalificadora y agresiva de la izquierda.

Germánico me ha pasado un fósil viviente de aquella época, que vive en la Universidad Complutense. Señores, el fósil viviente: http://www.ucm.es/info/nomadas/trip/lysenko.html