La BBC ha sido autorizada para rodar un documental acerca de un nieto del Rey, uno de los 20 principes que gobiernan las provincias de Arabia Saudí.
parece que a Google no le apetece que este documental se vea demasiado, asi que pongo el link directo:
http://vp.video.google.com/videodownload?version=0&secureurl=TgAAAAaP-ELv7DrR-lrrtXFViGpUJM8ekvmOi_Hlo3iTpFTZRwZSlZOhfUSLaitws62Z0YnGIO0YBFaaMCNuXhIQ6iKHEgNQsrKegW5URfWFplU2&sigh=Nrd0XW490i7LoVku7ldwITWd6l4
Fuera de la engañosa simpatía y afabilidad que desprende este príncipe, seguramente el mas abierto de toda la familia real, sin duda, la conclusión para mi es que el régimen no es una dictadura totalitaria como la de Saddam, sino que es la propia religión de Alá arraigada en gente de la tierra de la Meca la que conforma el propio régimen y la vida de Arabia Saudí e influye con su dinero en todo el mundo.
El Corán no solo autoriza sino que prescribe la mentira cuando se trata con infieles y hay que preservar el orden islámico. Así que, por encima de las palabras y los buenos gestos, que a mi también me parecen maravillosos, para mi también está claro que para una mentalidad providencial como la islámica, anclada a la literalidad del Corán, los pozos de petroleo son un don divino para hacer cosas y el Corán dice claro las cosas que hay que hacer. Resultaría no solo extraño sino absurdo que un pueblo y un régimen que siguen al pié de la letra el Corán, el Haddid y la Sharia, no hagan caso, por ejemplo, de la sura 9 del Corán.
Fuera de la engañosa simpatía y afabilidad que desprende este príncipe, seguramente el mas abierto de toda la familia real, sin duda, la conclusión para mi es que el régimen no es una dictadura totalitaria como la de Saddam, sino que es la propia religión de Alá arraigada en gente de la tierra de la Meca la que conforma el propio régimen y la vida de Arabia Saudí e influye con su dinero en todo el mundo.
El Corán no solo autoriza sino que prescribe la mentira cuando se trata con infieles y hay que preservar el orden islámico. Así que, por encima de las palabras y los buenos gestos, que a mi también me parecen maravillosos, para mi también está claro que para una mentalidad providencial como la islámica, anclada a la literalidad del Corán, los pozos de petroleo son un don divino para hacer cosas y el Corán dice claro las cosas que hay que hacer. Resultaría no solo extraño sino absurdo que un pueblo y un régimen que siguen al pié de la letra el Corán, el Haddid y la Sharia, no hagan caso, por ejemplo, de la sura 9 del Corán.
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