jueves, 3 de diciembre de 2009

Caza de brujas en esta dictadura

En LD:

La expresión "revolución sexual" debe ser tomada seriamente. Como en la Revolución Francesa, el paradigma de toda revolución, es un intento de realizar una utopía. Pero una utopía sexual en vez de política. Y, como la Revolución Francesa, recorre tres fases: primero, una fase anárquica libertaria, allá por los años 60, en la que se creía que la utopía llegaría espontáneamente cuando las viejas costumbres fueran arrinconadas; Segundo, un reino del terror, en el que una facción, la feminista, secuestra el poder e intenta realizar su programa de forma dictatorial. Esa es la fase actual; y tercero, una "reacción" en la que la naturaleza humana gradualmente se reestrablece por si misma.

Este párrafo, de un autor que me resisto a nombrar por su incorrección política, creo que encierra una verdad difícilmente rebatible a la luz de medidas legales y propagandísticas desde el poder que ponen a los hombres bajo la condición de sospechosos habituales. En el reciente caso delpadrastro canario linchado por los medios de comunicación, todavía no se han aclarado responsabilidades. En cualquier caso el hecho no se hubiera producido si desde arriba no hubiera una campaña de acoso moral y legal contra cualquiera que vacile en su absoluta adhesión a la caza de brujas; En circunstancias como las actuales, los facultativos, los policías o los jueces o los mismos periodistas implicados en el caso hubieran sido inmediatamente linchados y apartados de sus puestos de trabajo en caso de que hubieran dudado siquiera del maltrato y la autopsia hubiera descubierto que éste si se produjo. Está claro que su actitud ha sido defensiva: Para protegerse de ser ellos mismos víctimas de la cacería, optaron por imputar al hombre. Como ocurre en tantos y tantos casos no tan conocidos.

3 comentarios:

  1. “...la Revolución..., recorre tres fases: primero, una fase anárquica libertaria, allá por los años 60, en la que se creía que la utopía llegaría espontáneamente cuando las viejas costumbres fueran arrinconadas; segundo, un reino del terror, en el que una facción, la feminista, secuestra el poder e intenta realizar su programa de forma dictatorial: esa es la fase actual; y tercero, una "reacción" en la que la naturaleza humana gradualmente se reestrablece por sí misma.”

    Estimado Memetic Warrior, siento decepcionar a tu amigo, no funcionan así las cosas en los procesos sociopolíticos de “construcción-deconstrucción” revolucionarios. Cuando una ideología se fascitiza (como es el caso del feminismo), los procesos dejan de ser revolucionarios, en el sentido de aportar a la sociedad derechos antes nunca conseguidos, sino que se adquieren por un colectivo a consta de esos mismos derechos ser conculcados en otros. Que es distinto.

    La teoría de tu amigo, la cual parece inspirada en el paradigma marxista de “tesis-antitesis-síntesis” (primero machismo-ahora hembrismo-y lo que vendrá, asexismo) en el sentido de primero abusaron los hombres, ahora abusan las mujeres, para al final desembocar en la paz perpetua de los sexos... raramente ocurre en la historia de las ideas, y nunca cuando en dichos procesos alguna de ellas se fascitiza.

    Para empezar, cuando hablamos de lo “social” desde un punto de vista científico (no ideológico), el paradigma marxista de “tesis-antitesis-síntesis”, la realidad de la evolución social siempre lo ha refutado. Jamás se ha cumplido. La “Síntesis” es una entelequia teórica, un deseo... de quien habiendo conseguido el poder y abusando de él, al perderlo, pretende con dicha “síntesis” al modo de acuerdo perverso de “suma cero” (tanto daño me hiciste-tanto daño te hice, quedamos en paz), evitar que sus víctimas se vean legitimadas para convertirse en las víctimarias de ellas que hasta ese momento abusaron con su poder.

    Continua...

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  2. Los procesos de consecución del poder y sus frecuentes fascistizaciones, no suceden entre individuos, sino entre colectivos; tampoco suceden a lo largo de una generación, sino que son procesos sociopolíticos intergeneracionales. Así por ejemplo, el feminismo (ya la sola palabra es colectivista), no defiende a una mujer de un hombre, defiende el poder de las mujeres sobre los hombres a través de legitimarse en la real, inventada o (peor aún) provocada generación de mujeres víctimas... ya que sin víctimas no hay poder).

    La respuesta más probable de ello por parte del sexo masculino no es una “antitesis”, sino la reproducción de la misma“tesis” feminista, pero invertida; es decir, la consecución de una nueva identidad colectiva (de carácter masculinista) que luche por legitimarse a partir de la opresión recibida. Conciencia de opresión que crece en proporción directa al intento de ser políticamente ocultada y, vivenciada como próxima por los hijos varones de esos victimizados padres. En este sentido digo que estos procesos son procesos sociopolíticos intergeneracionales.

    Y en estos procesos intergeneracionales no cabe el resultado de suma cero; ya que el hijo de ese padre victimizado por su madre no tiene que defenderse de esa madre, sino de la hija de otra mujer que viéndola como potencial victimizadora, como defensa, en el mejor de los casos se alejará de ella (esto ya está sucediendo en la actualidad), y en el peor, dado el nivel de desconfianza hacia las mujeres, se sentirá legitimado para que antes de ser victimizado, victimizar. Por supuesto, las ideologías para legitimar tales conductas, como tú bien sabes, son un proceso paralelo.

    ...por lo que yo, Memetic Warrior, más que terminar mi escrito con tus palabras de “como siempre, los tontos útiles de la primera fase están siendo víctimas de la segunda”... terminaría diciendo que como siempre, las víctimas de la primera fase son el caldo de cultivo en el que se desarrollan las victimarias de la segunda”. Y tal paradigma social es más probable que ocurra cuanto más víctimas haya.

    Ha sido un placer,

    Pablo el herrero

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  3. Os vendría bien echar un polvete de vez en cuando.

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