sábado, 23 de julio de 2011

El mejor rescate: el más rápido y el mas justo


La quiebra es el rescate mas justo: pagan los que mas invirtieron en la entidad y pusieron su dinero en ella. Esos son los de deben pagan la deuda del banco o del país. Y lo hacen automáticamente, sin ninguna gestión, porque pagan esa deuda no cobrandola. No se necesitan politicos para gestionar el rescate. No hay que convencer a la Merkel ni hay alemanes agraviados. No hay banqueros centrales fabricando dinero para planes marshall a costa de inflación. No hay que subir los impuestos. No hay que hacer viajes urgentes a Bruselas. Los banqeros o políticos quebrados evidencian su ineficacia y/o sus delitos. El banco  es comprado por otros gestores. El país cambia de gobierno, su credibilidad dependerá en el futuro de la seriedad de sus gestores y accionistas/ciudadanos, y no de la mendicidad y/o los trucos corruptos, como la falta de transparencia. 

Y lo malo son los efectos de lo que no hay que hacer: no pueden los politicos sacar pecho y no pueden besar niños y ganar elecciones. Los grandes inversores no se escabuyen de pagar y en las cenas con los politicos comentan lo poco que les cuidan. Los tecnocratas no tienen que ir a Bruselas y no pueden tirarse alli una semana en puticlubs de lujo con todos los gasos pagados. Los economistas que escriben en revistas de gran tirada no pueden exhibir sus remedios milagrosos para mandar hacia el futuro las deudas de hoy, para que los politicos se luzcan, para que los que tienen que pagar y pueden darle un buen cargo, no paguen y para que paguemos los demás.

1 comentario:

  1. Vivimos en una sociedad que ha conseguido una maligna síntesis del Capitalismo y el Socialismo. Una sociedad en la que, cuando las cosas van bien, los que teóricamente arriesgan ganan mucho, lo cual está de acuerdo con los postulados del Capitalismo. Pero en la que cuando las cosas van mal, los que han arriesgado se niegan a asumir los resultados de su apuesta, y exigen que las pérdidas sean "socializadas" entre toda la población. Y eso mientras siguen premiando con el dinero público a los directivos responsables de la mala gestión, en vez de que se hagan cargo de las pérdidas con su patrimonio.

    Bancos que han prestado a altos intereses a países que no ofrecían garantías, a veces al mismo tiempo que obtenían préstamos de los bancos centrales a un interés mucho más bajo. Pero que cuando las devoluciones se ponen problemáticas, exigen que otros las garanticen, porque no van a perder ellos. En la mayoría de los juegos, unas veces se gana y otras se pierde, pero algunos ganan siempre, no importa como vaya el juego.

    Ganancias capitalistas, pérdidas socializadas.

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