martes, 19 de julio de 2011

Pues si que es impòrtante, si

Da igual que sean católicos, gnosticos, agnósticos, liberales, socialistas, comunistas o de cualquier confesión, la condena del Senador de la Gomera empieza siempre con "a mi no me importa que el senador vaya a un salón de masajes" (vulgo puticlub)  o  "que mas me da a mi que el senador vaya a un puticlub. Es mayor de edad para saber lo que hace..". La unanimidad -por lo que voy a argumentar-  da una pista sobre el grado de corrupción a la que ha llegado este país. Esa corrupción enorme, gigantesta en lo económico, en lo político y en lo moral, por supuesto, se basa firmemente en la concepción moderna de que lo moral no tiene ninguna consecuencia en lo económuico y polítuico, que es lo que importa, y por tanto, se pueden desechar alegremente todas las intuiciones morales sobre la conducta de terceros. Es uina cosa personal, dicen.

Bien. Voy a dar unas cuantas razones por las cuales que un político casado y con familia vaya de putas es un peligro no solo para su vida personal y familiar sino para la politica, y la economía del pais. Es decir, para todos:

1) El senador, al irse de putas puede ser grabado y chantajeado de varias formas: 1)  puede ser amenazado con decirselo a su esposa  2)resto de familia 3) publicado en revista. Se le puede ingresar un dinero en su cuenta con el aviso de que si no acepta ese ingreso, se publicarán las fotos. Si acepta el ingreso, por ejemplo, por parte de unos mafiosos, el senador pasa a incurrir en un delito mucho mayor de soborno en caso de ser descubierto, con lo cual el chantaje se afirma y el senador está ya completamente en manos del grupo mafioso.

2) Una persona que va de putas y tiene dinero y prestigio, muestra muy poco control de si mismo. No es como un desgraciado que tiene que recurrir a ello como último recurso. Al contrario, es alguien que no controla sus impulsos. Esa persona no merece ser mi representante. La gordura como muestra de falta de control es peor considerada que el ir de putas en este pais. Esto da una idea del nivel de degeneración.

3) Una persona que va de putas y tiene dinero y poder está claro que no tiene ni empatia ni respeto por la dignidad de las personas. Es evidente que además de sus aventuras con mujeres sin pagar, tipicas de alguien con el atractivo que tiene el poder, además le gusta exprimentar el placer del poder absoluto con los que están más a su merced. Su  caso no es el de un pobre hombre. Lo suyo tiene poco que ver con la urgencia sexual. Tiene que ver con la urgencia de experimentar uin placer sádico, que seguramente ejerce durante todo el dia con sus subordinados y súbditos sin frenos morales, pero que solo en el puticlub experimenta de la forma mas pura no solo sin frenos morale sino tambíén con la seguridad de la indefensión total de sus víctimas. Y eso lo corrobora el enfado al no obedecer sus órdenes, que fué la causa del "incidente" que muestra lo que el senador "lleva metío dentro". Pero no es necesario que el incidente hubiera ocurrido. Ese tipo de animales no los quiero como representantes.

En definitiva lo moral, como muestro en este ejemplo, tiene consecuencias no solo en lo personal, sino en lo político y también en lo económico y las estamos pagando. ¿Donde queda el viejo adagio de que un representante no tiene vida privada y ésta debe ser intachable? Supongo que en el baul de los recuerdos donde se amontona la herencia mas valiosa que nos han legado las pasadas generaciones, es decir, el sentido común. El arrinconar el sentido moral a la esfera privada no puede otra cosa que llevar al desastre, como estamos llegando con el unadegambismo en las clases populares por un lado y la extrema ceguera cartesiana y el nihilismo entre los intelectuales de este llamado pais de la antiguamente llamada España (con perdón).

10 comentarios:

  1. Pues no tiene Ud. razón.

    Aunque tal vez no sea lo más habitual, un político puede recurrir a este tipo de servicios bajo distintos impulsos o motivaciones a los por Ud. expuestos, y no necesariamente incompatibles con su calidad humana o rectitud moral particular, con una eficaz y honorable gestión de lo público, o con un proceder consecuente en caso de que alguien tratase de chantajearlo al conocer sus costumbres.

    Aunque no quiero caer en la trivialidad de formular contraejemplos, no resultaría difícil hacerlo. Y si Ud. lo piensa desapasionadamente, sin tratar de validar sus filias y fobias al hacerlo, sabe que lo que digo es cierto.

    Lo que ha hecho quedar como un impresentable indigno de sus cargos al Sr. Curbelo es, principalmente, el follón que presuntamente habría montado en el local y con la policía, consistente en acciones que, de resultar probadas, podrían ser constitutivas de varias infracciones tipificadas como delitos o faltas.

    Y, en efecto, si hay algo que no puede permitirse quien se dedica profesionalmente a dictarle a los demás lo que deben hacer, eso es cometer infracción de las leyes que él mismo ha dictado; sobre todo cuando tales infracciones, como podría ser el caso, consistan en violaciones de los derechos de las personas a quienes gobierna. Hasta ahí podíamos llegar; en este sentido un político sí que debe ser intachable.

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  2. "Aunque no quiero caer en la trivialidad de formular contraejemplos, no resultaría difícil hacerlo"

    Vaya, si no resulta dificil y es trivial, ¿por que no lo intentas, genio de la dialéctica?

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  3. 1) La susceptibilidad al chantaje es un argumento en contra de la prudencia de cualquier conducta impopular, no a favor de su inmoralidad.

    2) ¿Por qué es menos inmoral no controlar los impulsos de comer en exceso que los de joder en exceso? La última vez que lo miré, la gula estaba en la lista de los pecados capitales igual que la lujuria.

    3) Que un cliente de prostitutas carezca por definición de respeto por las prostitutas me parece una afirmación injustificada. Y que impide distinguir ente el cliente cortés (según tú o inexistente o hipócrita, supongo) y el que se comporta como, según los informes, lo hizo este elemento.

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  4. El que no sabe razonar es Ud.: una línea, primer ad hominem.

    Y no se vaya por las ramas. Lo que quería decir es que no me parecía oportuno poner ejemplos rebuscados como los que Ud. ha puesto para justificar sus ideas.

    Aunque, de modo general, podría referirme a cualquier político soltero, poco atractivo o poco hábil con el sexo opuesto, o uno que busque un saber hacer o experiencias difícilmente esperables de la gente común, y que en consecuencia recurra a los servicios de profesionales que ejerzan libre o independientemente.

    Esto puede que no vaya con Ud., ni tampoco conmigo, pero por lo menos yo no caigo en la arrogancia de autoproclamarme guardián del sentido común y la moral pública universal.

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  5. Mi anterior comentario responde a la réplica de Memetic Warrior.

    Por cierto, suscribo lo dicho por Marzo.

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  6. "La susceptibilidad al chantaje es un argumento en contra de la prudencia de cualquier conducta impopular, no a favor de su inmoralidad"

    No, porque el chantaje en lo moral personal funciona porque existen personas especialmente agraviadas por esa conducta y que puede hacer daño a la persona publica independientemente de la popularidad del hecho ante los demás. Mientras que lo que es impopular en general no tiene ese efecto.


    2) ¿Por qué es menos inmoral no controlar los impulsos de comer en exceso que los de joder en exceso? La última vez que lo miré, la gula estaba en la lista de los pecados capitales igual que la lujuria.

    Por lo mismo que lo dicho en el punto uno. Hay que tener en cuenta que con mis tres puntos no intento ser exhaustivo.

    3) Que un cliente de prostitutas carezca por definición de respeto por las prostitutas me parece una afirmación injustificada. Y que impide distinguir ente el cliente cortés (según tú o inexistente o hipócrita, supongo) y el que se comporta como, según los informes, lo hizo este elemento.

    Las personas con poder normalmente que buscan prostitutas, lógicamente lo hacen por algo diferente de lo que encuentan con todo tipo de mujeres que se les echan casi literalmente en los brazos. Y eso que es diferente no es precisamente el mostrar su galanteria de una forma mas pura. Los ejemplos recientes son una muestra de ello, rompiendo o sin romper muebles.

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  7. Soul
    Me encantan los ad hominem. Son mas sinceros que los meandros que usted utiliza para insultarme sin insultarme.
    Dese el placer de llamarme imbecil y no me haga perder tiempo. Usted queda mas a gusto, no tiene que escribir tanto y yo no pierdo tanto tiempo con sus cuatro párrafos estériles. Los dos ganamos.

    En cuanto a su nueva entrega:

    "Aunque, de modo general, podría referirme a cualquier político soltero, poco atractivo o poco hábil con el sexo opuesto, o uno que busque un saber hacer o experiencias difícilmente esperables de la gente común, y que en consecuencia recurra a los servicios de profesionales que ejerzan libre o independientemente"

    La gallina.

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  8. 1) El chantaje funciona porque el chantajeado C consideraría desventajoso que el chantajista J pusiese el hecho X en conocimiento de una persona o personas P; persona o personas que pueden ser alguien verdaderamente perjudicado por X (pongamos un estafado por C, o (ya que te preocupa el matrimonio) un cónyuge que ignora X, donde X es un adulterio de C), o no (pongamos un Sr. juez donde X es cualquier conducta ilegal en el país, pero no necesariamente inmoral ni siquiera en tu opinión; no sé, practicar el catolicismo), o vaya usted a saber (pongamos el empleador sinceramente socialista de C donde X son los escritos liberales bajo pseudónimo de C).

    Quiero entender "perjudicado" donde has dicho "agraviado" porque, de entender "agraviado", has caído en la hipercorreción política como el más progre de los progres, para quien ofender es inmoral... siempre que quien ofenda sea un adversario, por supuesto.

    Pero, en cualquier caso, el admitir en principio la "chantajeabilidad" como argumento de inmoralidad deja al positivismo jurídico, por comparación, como fanatismo iusnaturalista.


    2) Vale, supones que la lujuria sí perjudica a terceros y la gula no. Pero, por ejemplo sin duda extremo (y ya que te preocupa el matrimonio), la viuda precoz de un glotón obeso hasta la autodestrucción podría opinar de otra manera.


    3) ¿Los hombres poderosos que se lo montan con mujeres que no son prostitutas siempre esperan respetuosamente a que se les echen en los brazos? Me suena que no faltan ejemplos de lo contrario.

    --

    (Por cierto, "genio de la dialéctica" sí es un ad hominem si, como no falta motivo para sospechar, es un sarcasmo; y, en efecto, ha sido a también a mi juicio el primero en esta hebra de comentarios).

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  9. El latinacho "ad hominem" funciona gramaticalmente, en un español normal que sirva para entendernos todos, sólo como complemento del sustantivo "argumento". Estamos ante un argumento "ad hominem", o sea, "contra el hombre", cuando un interlocutor se va por las ramas, evita un argumento incómodo de la otra parte para explicar porqué dicho argumento está condicionado por las circunstancias personales del que lo formula, circunstancias normalmente asociadas a hechos morales turbios, etc.

    Así que decirle a uno "genio de la dialéctica" es un sarcasmo, o un insulto si se quiere, pero nunca un argumento "ad hominem".

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  10. Sí, tiene Ud. razón. Lo catalogué como ad hominem por lo que de descalificación y ataque personal tiene esa réplica del Sr. Memetic Warrior. Pero, efectivamente, la réplica ni siquiera tiene carácter argumentativo; y por lo tanto se trata más bien de un sarcasmo.

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