En Los Laberintos del Placer del Cerebro Humano, Francisco Mora hace una sugerencia que podría parecer, a priori, extravagante. Viene a decir que los organismos unicelulares pueden sentir placer, o algo similar, pues sin él no tendrían la voluntad necesaria para perseguir sus fines biológicos. Continúa en la Nueva Ilustración Evolucionista...
martes, 8 de julio de 2008
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