miércoles, 5 de noviembre de 2008

Fuerte con los débiles y débil con los fuertes

Esa es la antítesis del Estado de Derecho. Cuando las instituciones se ceban con los indefensos y se arrodillan ante los poderosos. Es el aspecto mas siniestro que puede tomar la inseguridad Juridica. Esa es la imagen penosa de la justicia, que no es, no nos engañemos, más que una de las instituciones corruptas de la Post-Transición.

Recordemos que corrupción no es sólo llevarselo crudo. Una institucion que se corrompe es una institución que está dejando de cumplir su papel porque en el interior de su cascarón y hacia fuera, crecen todo tipo de organismos corporativistas, politicos, caciquiles, regionales, nepotistas cada uno de los cuales persigue sus propios intereses. Con solo un punto de cohesión entre todos ellos. y esa es la voluntad corporativista de amenazar a los que cuestionen su poder, el poder que emana de su Institución.


Este caso tiene todos los visos de tener ambas cosas; tanto de la corrupción mafioso caciquil trans-institucional como de la hiperreacción vengativa, con aquel con el que pueden cebarse, típica del corporativismo corrupto:


El fiscal pide 16 años de cárcel para el padre de una de las niñas de Alcàsser por calumnias en TV



El fiscal pide 16 años de cárcel para el padre de una de las niñas de Alcàsser por calumnias en TV

  1. Fernando García, progenitor de Míriam, compartirá banquillo junto al abogado Juan Ignacio Blanco y dos periodistas
Fernando García y Juan Ignacio Blanco en un programa de Tele 5 en el 2001. La imagen es de mala calidad por ser una captura de TV. Foto: TELE 5
Fernando García y Juan Ignacio Blanco en un programa de Tele 5 en el 2001. La imagen es de mala calidad por ser una captura de TV. Foto: TELE 5
EFE
VALENCIA

Fernando García, padre de Míriam García, una de las tres niñas de Alcàsser asesinadas en 1992, se enfrenta a una pena de 16 años de prisión por descalificar al fiscal, los forenses y los tres magistrados del tribunal en un programa de Canal 9 emitido mientras duró la vista oral contra el autor del crimen.

El juicio por calumnias e injurias se celebrará el próximo día 17, y en él también comparecerán como acusados el abogado Juan Ignacio Blanco, para el que también se piden 16 años de prisión, la presentadora del programa emitido por la televisión pública valenciana, Amalia Garrigós, y el director del mismo, Ferrán Pérez, para quienes el fiscal solicita sendas penas de 4 años de prisión.

Para Garrigós y Pérez el fiscal también pide 64.800 euros de multa e inhabilitación para ejercer su profesión durante el tiempo de prisión al considerarlos cooperadores necesarios.

Programa especial de TV en Canal 9

Durante la celebración del juicio contra Miguel Ricart por el triple crimen de Alcàsser en la Sección Segunda de la Audiencia de Valencia, entre mayo y julio de 1997, Canal 9 emitió "todas las tardes" un programa titulado El juicio de Alcàsser.

Según relata la calificación del Ministerio Público, el espacio incluía una tertulia entre la presentadora y los invitados en la que se comentaba la sesión del juicio celebrada por la mañana.

En estas tertulias "se estuvieron profiriendo expresiones del todo maliciosas con respecto a las actuaciones del fiscal del caso, Enrique Beltrán", que entonces era fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana".

Hasta los jueces

Estas expresiones también se dirigieron contra los peritos médicos y la Guardia Civil como institución, "no salvándose" de las mismas "ni los miembros del tribunal" de la Sección Segunda.

Cuando se efectuaban estas manifestaciones, la presentadora del programa no hizo nada para evitar que se produjera, "sino, muy al contrario, hacía preguntas y realizaba comentarios a las afirmaciones que los demás acusados vertían para poder seguir haciéndolas, e incluso dejaba paso a otros contertulios para, presuntamente, contrarrestar las opiniones".

El fiscal cree que la conductora del programa, "que se encontraba conectada mediante un pequeño aparato audífono con el director", sabía "con certeza" cuáles iban a ser las opiniones a las que daba paso, para "mantener de esta manera la audición del programa".

"Confabulación para esconder las cosas"

Entre otras acusaciones, Fernando García dijo sobre el fiscal jefe que estaba "implicado" en una investigación que se había hecho mal "adrede"; que colaboraba con el tribunal en una "confabulación para esconder cosas", que debía haber hecho lo necesario para buscar la verdad y había hecho "lo contrario", o que "además de estar mayor es un atrevido".

También dijo que el tribunal había condenado a Ricart "desde el principio", y el juicio era "un circo" basado en un sumario "hecho de errores", y también acusó a los forenses de haber "hecho cosas delictivas" y de ser unos "ineptos".

Por su parte, Juan Ignacio Blanco, dijo, entre otras cosas, que la actuación de la Guardia Civil había sido "aberrante", que el fiscal decía "estupideces" y tropezaba "dos veces en la misma piedra" como un "animal".

El Ministerio Fiscal acusa al padre de Miriam y al abogado de ocho delitos continuados de calumnias y nueve delitos continuados de injurias graves, por los que además de los dieciséis años de prisión, pide una pena de multa de 113.400 euros.

Además, también pide que los acusados indemnicen conjuntamente al ex fiscal jefe con 601.012 euros, y a cada uno de los médicos forenses con 120.202 euros, "declarando la responsabilidad directa y solidaria de Canal 9".

2 comentarios:

  1. ¿A que os referís con lo 'moderno' de lo que habláis en el 'post' del gnosticismo en [Políticamente Incorrecto] o en otros ‘post’ diseminados por vuestra red de ‘blogs’?

    Pregúntale a tu bisabuela que piensa de Internet o de tener un ‘blog’ para exponer su ideas. Lo primero que te diría es : ¿De que ideas me estás hablando, hijo? Para, acto seguido, continuar diciéndote que esas 'modernidades' son para vosotros los jóvenes.

    La modernidad a la que tanto atacáis y la ingrata progresía de la que renegáis, es la que os permite vociferar y exponer vuestras ideas (por muy &$%*@# que sean) a través de este 'altoparlante' llamado Internet, o la que os permite hablar por el móvil con cualquiera, o la que posibilita al amigo germánico (no se si sois la misma entidad) permitirse un viajecito por el gran cañón, o escuchar música de cantantes que, con toda seguridad, eliminarían sus enlaces de vuestras páginas si supieran de las opiniones que alardeáis, o enlazar entrevistas de científicos 'modernos' que hablan de conceptos que rompen con toda la parafernalia conservacionista que os acompaña y que renegarían de los enlaces que habéis hecho, solicitando una reparación moral y quien sabe si económica también.

    Tenéis suerte. Con toda seguridad, habríais sido pasto de las llamas si hubierais compartido época con Torquemada : el nunca os habría querido tener a su lado, acusándoos de 'modernos', herejes y estrafalarios. Pero claro eso ya es historia y lo que yo digo solo es una especulación. Aunque gracias a la modernidad, no acabareis con vuestros huesos en una fétida mazmorra camino de la hoguera 'purificadora' que acaba con toda modernización posible.

    Incluso seria probable que vuestro bien amado Alexander Solzhenitsyn se alejara de vosotros, dado que en cualquier caso sus ideas representaban la modernidad respecto al vetusto régimen soviético. Notable es la visión que publicitáis en un post que dice “Ser conservador y ser darwinista no sólo no son cosas que se excluyan, sino que casan muy bien. [Arnhart, Larry]”, lo que no deja de ser una visión ‘moderna’ y ‘progresista’ del darwinismo y del conservadurismo. ¿A que estáis jugando?

    De que sirve tanta ‘cultura’ si luego hacéis gala de la más ilustre ignorancia aferrándoos a un pasado en el que no creéis y del cual solo tenéis el recuerdo que cuatro nostálgicos y un puñado de libros que os han hecho llegar ideas mefistofélicas de algo que en su momento fue la modernidad y que luego quedo desbancado por su propia evolución. Y recordad lo que dijo el ‘profeta’ : renovarse o morir. De morir no voy a hablar, y renovarse significa aceptar la modernización y los progresos, que son la base de la progresía. Aunque eso no implica aceptar todas las estupideces que aparecen bajo el sello de la modernidad, que, en honor a la verdad, he de reconocer que abundan.

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  2. Primero hay que entender lo que se lee.

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